Lunes
a V. A. Mora Rodríguez
Lo que llega a tiempo es lo que asombra,
después de cierta edad,
de lo que se debe desconfiar
Es el no tener que caer de bruces,
el no tener que mantener a distancia
a la oscuridad, ni al frío
Lo que asombra es lo que no te impresiona,
lo que no tiene que maravillar
para llamarnos o robarnos la atención
Es, y no acaso, lo que ya se tiene sin cuidado
o lo mucho que cuenta lo que no existe,
lo que no perdura
Escrutinio
También ser contemporáneo
significa ser anticuado en algunas cosas
Es un error garrafal, me parece,
sostener que sólo abarca lo moderno,
lo último del mercado negro o blanco
También es no hacerle mucho caso
a la más reciente idea o versión del futuro
Discapacidades
Cuesta confiar en tu persona.
Hay días en que dudas más
con respecto a tus habilidades
y otros en que dudas menos.
Cuesta ganarse tu confianza,
tu buen ojo cuando se tiene en cuenta
toda su insuficiencia
y la tuya, por supuesto.
Cuesta cualquier actuación
ante el espejo,
y más aun cuando se comprende
que no se puede no actuar.
Epístolas
Cartas a Lucilio.
Por lo menos fue a éste que Séneca se las escribió
y no a mí.
Pues cómo cansa y aburre su salmodia,
cómo hace sentir mal a todo aquel
que carece de vocación religiosa
o, mejor dicho, de estoicismo.
Cómo él nunca se equivoca y tiene siempre
toda la razón.
Cartas o, más bien, Consejos que han de seguirse
al pie de la letra,
a su amigo, ¿alumno?, ¿amante?,
o al supuesto poeta que no nos dejó su correspondencia,
sus Cartas a Séneca,
las que a mí, enhorabuena y enhoramala,
me hubiese gustado mejor leer.
Ambidiestro
La derecha,
esa otra mano izquierda