Letras
entre la nada y el vacío, tres peldaños

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1. el oro y el moro

¿en qué tiempo verbal te defines?
¿en el presente de indicativo o presente de subjuntivo?
¿en el pretérito, el futuro o el condicional?
¿o en ninguno te sientes a solas, a tus anchas?

¿en qué tiempo desconfías menos del hogar, de tu lugar,
menos del corazón, más de la razón?
¿te citas a escondidas con la esperanza
y te deja ella plantado, con el ramo de flores en la mano?

¿en qué tiempo verbal no te serruchas, no te autocensuras?
¿ves un poco más lejos, un poco menos quedo?
¿te molesta menos la cercanía, la hipocresía,
tu ampliación a color, a blanco y negro?

¿en cuál verbo regular, irregular
no envidias al sol, a la lluvia, a los árboles?
¿a qué hora no te vas en balde, no se te hace tarde?
¿te dispones, te lo propones?

 

2. patidifuso

cuando llegas al fondo,
al dulce del café,
al corte de la falda, de la palabra a falta de aire, de lengua y de saliva

cuando bebes a morro de la lluvia, de los labios vaginales,
de la botella que ha sabido asumir su papel, hacer acto de presencia

cuando te agarras de los moños,
te arrodillas o te pones de cuclillas y metes la mano en la taza,
en el crucigrama a resolver de la verdad, de la fidelidad, infidelidad
o de lo que no se lleva bien con la felicidad

cuando apuras el trago y haces del vacío un paracaídas,
otra chichigua que no puede con su alicaída,
cuando no vas ni se te espera y —como juega el niño con la mosca
que aplasta, que estudia minuciosamente,
tú el tiempo acribillas con el verbo ir, con el infinitivo, el vivir

cuando la escuchas, las cuarenta te cantas a solas o en compañía,
cómo ella, por igual, te incomoda, se te incorpora,
cómo ella ocasiona en ti otra alérgica reacción,
otro bravo, otra inusual ovación

 

3. arenas movedizas

“me acuerdo del futuro, de los planes del pasado”,
se anuncia enuncia, para sus adentros, el presente

“me acuerdo de sus piernas largas,
de cuando quise hacerle, quiso hacerme caso”,
se dice mientras se le va la mano, se masturba

“me acuerdo del hermano abel, del verbo haber,
de que éste solamente se emplea en singular
cuando se hace auxiliar de sí mismo”

“me acuerdo de las erecciones,
de lo escabroso que se me hacía disimularlas”,
entre comillas, entre paréntesis,
el presente continúa mascullándose para sí

“me acuerdo del pluscuamperfecto”