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Bestias del sur salvaje

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“Bestias del sur salvaje”, de Benh Zeitlin

Bestias del sur salvaje (2012), película dirigida por Benh Zeitlin, y candidata a cuatro categorías de los premios Oscar de ese año, postula ciertas respuestas que, necesariamente, debería darse nuestra humanidad ante su época. ¿Su trama? Una intrépida niña de seis años, Hushpuppy, y su padre enfermo, viven en medio de una cotidianidad irreal dentro de una pequeña comunidad que habita en el inmenso Misisipi. La imaginación de Hushpuppy reinventa a su manera la presencia de un mundo exterior amenazante. Relaciona, así, las inundaciones que desbordan el gran río con el deshielo de los polos a causa del calentamiento global de nuestro planeta, y adivina en ciertos animales: los extinguidos uros de las viejas edades prehistóricas, un emblema de indetenibles formas de destrucción.

Una frase se repite dentro del filme: “El universo depende de que todo en él encaje perfectamente. Y si algo llegase a fallar, el universo entero explotaría”. Es una idea que expresa el mensaje central de Bestias del sur salvaje: todo en el cosmos se halla comunicado y hay armonía y hay fuerza en sus infinitas correspondencias. Una visión que dentro del filme se relaciona con la vitalidad, la solidaridad y la voluntad de supervivencia del minúsculo grupo al que pertenecen Hushpuppy y su padre, empeñado en preservar su independencia y sus modos de vida frente a un mundo moderno que todo lo engulle y todo lo iguala.

La muerte del padre deja a la niña a cargo de la protección de su comunidad, que —según se sobreentiende— velará por ella. Es la otra cara, la posibilidad opuesta a tantos y tantos imaginarios de nuestro presente, incesantemente reiterativos en sus alusiones de violencia y de asfixiantes cercanías; una cara que distingue en el apego y en la resistencia humanas respuestas forzosamente cercanas a un necesario respeto y un necesario amor hacia la naturaleza. Como llamativamente resalta la frase de Hushpuppy con la que concluye el filme: “Puedo ver que sólo soy una pequeña pieza dentro del infinito universo. Y así todo está bien”. Se trata, en fin, de entender la existencia humana y la existencia del cosmos de acuerdo a similares principios de coherencia, de intensidad, de verdad, de armonía...