Italiano
Wilfredo Carrizales
Wilfredo Carrizales.
Diez textos de La casa que me habita, de Wilfredo Carrizales, traducidos al italiano

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Un agradecimiento especial a la licenciada Iolanda De Nicola,
profesora de la International School of Rome,
por su atenta lectura,
por el tiempo compartido en los espacios de la casa.

 

Cuando el poeta me permitió entrar en la casa, me senté en el patio y al abordar esta maravillosa tarea pensando en italiano, terminé dejándome llevar por las imágenes.

安!

安!

De pronto, irrumpió el título en chino: an, bajo un techo, el techo de la noche o de una mañana cacareada, se erguía un cuerpo-mujer.

Sí, me dije, creo que el poeta aceptaría este ideograma, a fin de cuentas me lo ha ido sugiriendo: il lontano Oriente accorcia le distanze, la luna crescente.

Sin embargo, al recorrer todos los espacios de su casa comprendo que ésta es universo en el poeta, máscaras orientales, aromas venezolanos, sagrada atalayera de nuestro eterno secreto, el de todos nosotros.

I, II, III, X, iba y venía la traducción y se insinúa una acotación del cineasta coreano Kim Ki-duk:

Somos todos casas vacías,
esperando a alguien
que abra la puerta y nos libere.

Ayarí llega a la casa del poeta.

El ideograma tornaba una y otra vez aunque me concentrara en la traducción en lengua italiana, un reto aceptado con afecto, un reto con atolladero: respetar el ritmo de la casa sin oponer resistencia alguna, dejando a las palabras-cicerone, irrefrenables cuanto traviesas, abrir el camino.

Tuve que salir, volver a entrar, detenerme en todos y cada uno de sus espacios, permanecer cuanto fuera necesario en ese recinto donde el poeta se nutre y nutre, donde sacia cuerpo y alma.

 

Me demoro en esta dimora, se abalanzan palabras en italiano, tu dimora es domus e insulae, la brisa juega en su fauces, con alegría constato que no está dividida —como en la antigua Grecia— en andronitis y gineceo porque tu casa es suma de dos cuerpos: oecus tricliniare de eternas libaciones.

Es hora de que il lavoro certosino del poeta se lea en lengua italiana.

 

Al alejarme de la casa vislumbro al poeta y los versos de Neruda recitan:

sé lo que soy
y adónde va mi canto

la siento:

casa de adobe y madera

ya añoro:

la sencillez del pan y el salero,

el poeta ha escrito:

y dispuse las cosas
—agua y fuego—
de acuerdo con el hombre y con la tierra

me alejo, allí se ha quedado:

disponiendo
herraduras, arneses

Bologna, julio de 2010