El Premio Internacional Octavio Paz de Poesía y Ensayo 2004 fue
concedido a finales del año pasado al poeta venezolano Eugenio Montejo
(Valencia, 1938), quien se suma a un selecto grupo de galardonados entre los que
se cuentan José Emilio Pacheco, Haroldo de Campos, Juan Goytisolo, Gonzalo
Rojas, Tomás Segovia y Blanca Varela.
Montejo recibirá el premio, auspiciado por la
Fundación Amigos de Octavio Paz —presidida por Marie José Paz, viuda del
poeta—, en marzo de este año. El autor se dijo honrado de recibir la
distinción, “que resulta mucho para cualquier poeta o escritor
latinoamericano por la significación del gran nombre de Octavio Paz”.
La relación del creador venezolano con la
literatura mexicana se remonta a los tiempos en los que conoció, a los 23 años
de edad, al tabasqueño Carlos Pellicer, quien viajaba con frecuencia a
Venezuela y jugó un papel importante para movilizar a los estudiantes mexicanos
contra la dictadura de Juan Vicente Gómez, en los albores del siglo XX. Esa
amistad rindió sus frutos y llevó a Montejo a conocer personalmente a Octavio
Paz en 1989, durante el Festival Internacional de la Poesía en Ciudad de
México.
Según Montejo, el Nobel de Literatura 1990, “lo
he dicho siempre, es uno de los grandes faros latinoamericanos. Su obra tiene
una coherencia tanto creadora, como imaginativa y cívica, muy fuerte en todo el
continente”. El autor agregó que “cuando hablamos de Paz, hablamos de
Alfonso Reyes, de Pedro Henríquez Ureña, de los que necesitamos que nos
alumbren y que alumbren a las nuevas generaciones. El premio para mí es la gran
obra de Octavio Paz y su herencia para el continente", subrayó.
Entre las obras de Montejo figuran Élegos (1967),
Muerte y memoria (1972), Algunas palabras (1977), Terredad (1978),
Trópico absoluto (1982) y Alfabeto del mundo (1986). Es autor
también de ensayos como La ventana oblicua (1974), El taller blanco (1983)
y El cuaderno de Blas Coll (1981). Montejo se desempeñó varios años
como embajador de su país en Lisboa y ha obtenido varios reconocimientos
literarios.
El jurado del Premio Internacional de Poesía y
Ensayo Octavio Paz, dotado con 100 mil dólares, estuvo compuesto por Juliana
González, Antonio Deltoro, Alberto Ruy Sánchez, Ricardo Pozas Horcasitas y
Jesús Silva Herzog Márquez. En el veredicto los jueces ponderaron la
trayectoria del autor venezolano, así como la calidad y las aportaciones de su
obra para las letras latinoamericanas: “en estos tiempos cuando todo conspira
para aumentar la desarmonía del mundo, el poeta nos recuerda que hay que volver
a los dioses profundos y que la música del ser es disonante pero la vida
continúa”.