El 13 de junio de 1977, Gloria Kehoe fue secuestrada de su
domicilio y nunca volvió a saberse de ella. Eran los años de la dictadura,
entre 1976 y 1983, cuando las desapariciones estaban a la orden del día. Gloria
tenía 22 años de edad y había iniciado su carrera como escritora a los 14,
cuando publicó su primer cuento.
Dos meses antes de su desaparición, el 21 de abril
de ese año, había hecho la presentación, en un bar de la calle Marcelo T. de
Alvear al 1300, de su primer libro, Pico de paloma, contentivo de once
relatos y con el que obtuvo una mención en el Concurso González Tuñón y la
Faja de Honor concedida por el Instituto Cultural Argentino Irlandés.
A casi tres décadas del hecho, sus compañeros del
Colegio Nacional de Buenos Aires han reeditado el libro, junto con otros
materiales —cuentos que alcanzó a publicar, textos inéditos y recuerdos de
quienes la conocieron—, como una forma de salvarla del olvido.
Cuenta Susana G. Artal —amiga de Gloria desde la
adolescencia—, en el prólogo del libro hoy reeditado, que ya algunos de los
textos habían iniciado andadura antes de su aparición como libro. Fue con el
relato “El reemplazante” que Gloria obtuvo, en 1975, la primera mención en
el Concurso González Tuñón, en cuyo jurado participaba la novelista Martha
Mercader. Otro relato, “El moro”, había aparecido en diciembre de 1976 por
el Suplemento Literario del diario La Nación. Al momento de ser
secuestrada, Gloria planeaba participar en dos antologías de cuentos, Argentina
24 y Últimos relatos.
Artal explica que ya Gloria se encontraba
escribiendo un segundo libro de relatos, provisoriamente titulado Los
fantasmas, y una novela que interrumpió porque sabía que necesitaba afinar
su oficio, y de la que se han incluido las páginas que ya había escrito,
correspondientes al primer capítulo. “Los pocos manuscritos y cartas que la
han sobrevivido nos muestran de un modo más directo e íntimo cómo estaba
viviendo sus comienzos literarios: atenta a la aparición de críticas, dedicada
a promocionar su libro recorriendo redacciones de suplementos culturales y
emisoras radiales y sobre todo, volcada a nuevos proyectos”.
Pico de paloma y otros escritos tiene un valor
literario independiente de las circunstancias que rodearon la vida de Gloria
Kehoe. Por ello, sus amigos —devenidos compiladores— incluyeron un apartado
con materiales que dan cuenta de la recepción que tuvo la obra de la autora en
la crítica de la época: una reseña aparecida en La Nación, otra en La
Actualidad en el Arte, una nota en el periódico de la comunidad irlandesa The
Southern Cross y un comentario que años más tarde hizo Héctor Lastra en
la revista El Periodista de Buenos Aires.
Artal termina su prólogo evocando un día de verano
en que acompañó a su amiga Gloria Kehoe a la imprenta de La Boca de donde
saldría Pico de paloma en su edición primigenia. “Muy contenta, me
mostró la ilustración que había elegido para la tapa: un fragmento de un
Magritte, al que había sido necesario modificarle un detalle para que la
ilustración cupiera. Un tiempo después, cuando el libro estuvo listo, ella me
regaló el ejemplar que conservo, con una dedicatoria cuyo valor difícilmente
pudiéramos medir en esos días: ‘Para que esto, que es de alguna manera parte
fundamental mía, llegue a gustarte y sirva para unirnos más’ ”.
Pico de paloma y otros escritos está disponible
en Internet, en la librería
digital Cúspide.