Letras
Poemas
Comparte este contenido con tus amigos

Lo que dejamos

Incendios desparramados
que nadie recoge
las camas desechas
y semillas profundas
que dejamos en alguna parte
cada vez que tocabas
frente
o adentro de mí
los pelos revueltos
las gargantas húmedas
que habremos dejado
detrás de los espejos
y entre las arañas
abajo de los escenarios
los sudores entreverados
las voces mareadas
que nadarán ahora
en ese mar de olvidos
donde hicimos tantas cosas
nos hundimos
y flotamos como almejas abiertas
como medusas muertas
boca arriba
entre mi pelo rojo de Gólgota
entre los pólipos hinchados
de veneno
corazones ardientes
desiertos celestes y verdes
clavados como agujas
en ese orgasmo violeta
sin cuerpo
sin pasado
sin decencia
con la dignidad
cansada, gastada
y seca
De manos tuyas
en mi pelo
porque me hablás
y toco el viento
y es como un azúcar
una nube de azúcar
que se me pega en la cara
y me entra por los ojos
la boca toda llena de viento
porque tocás
y toco el viento
y es como si nos tocáramos vos y yo
como si el rojo fuera de los dos

(Para M., Primavera de 2001)

 

Estacion A (Nº 1)

Estación Abandono
un cielo de gaviotas
engañadas
Naufragio de viajeros
encallado
en el suelo de barro
Horizontes de río
Trampa de mar abierto
que revuelve la nada

estación Abandono
donde vuelan
y bajan en picada
las gaviotas
y los peces no nadan
este estanque
y hay náufragos viajeros
en el fondo
que nadie ve
y callan encallados
en su cielo de barro
y si un pez los devora
es una bendición
La última estación
Estación Abandono

donde dejamos todo
donde no hay que volver
donde todo se empieza
desde lejos
Estación Abandono
nos dejamos
y no queda ni el
recuerdo
aunque bajen
las gaviotas
engañadas
como si fuera
el mar
carne viva de peces
ofrecida
latiendo bajo el
burdo marrón

Estación Abandono
una piel desde el gris
metal, un barco
con su frente de barco
y chimeneas
que refriegan el gris
contra los cielos

y detrás las
estructuras
pesadas
que lo anclan
para siempre
embarcadero
nunca barco
nunca Altamar
donde vendrán
a morir
alguna vez
los buques
ya gastados
los vapores
pasados de moda
en mi estación
mi estación para
siempre
Estación Abandono

(En el puerto de Colonia, diceembre 2004)

 

Loss of song

Todas las canciones que cantaba
me olvidaba
viéndolas en la mañana
disolverse en el café
que viajan bajo el lomo de las arañas
a quién harían bien
a quién harían mal
canciones perdidas
melodías de fuga
en caída libre
desde los bordes
de los abismos
las voces que nadie recuerda
canciones que no van a volver
entreveradas disueltas
en el perfume de las madreselvas
dulce brisa
idas
Lenguas que dan el perfume
y no la palabra   
Músicas que se encuentran
en alguna parte
no se pierden, vuelan
en el techo de la palma
viajan escondidas
bajo el lomo de las arañas
volverán entre los cantos de los árboles
la canción del mar
por entre el viento las madreselvas

(Buenos Aires, diciembre 2003)

 

Por entre el viento las madreselvas

Por entre el viento las madreselvas
vienen
Se van abriendo todas las puertas
El viento ríe de las peleas

Qué poca cosa / la hipocresía
para una estrella
y la mentira
                Para un planeta

y la violencia / para una flor
la mala leche para la lluvia
o la Miseria para Spinetta
a ingratidade frente a Jobim

Por entre el viento las madreselvas
siguen viniendo
van oloreando / todo el lugar

 

Nunca antes lo hermoso

Nunca antes lo hermoso fue tan hermoso
porque Delfina está en el mundo
y toda la belleza es para su placer,
para que goce y la abrace,
sólo para sus ojos,
para sus pies, oídos,
para su boca hermosa,
para la seda de sus pestañas

para su piel tan nueva
esa página en blanco
silenciosa promesa

y cada chimenea
paisajes de metal
que oscurecen el cielo
duelen como antes nunca
porque es este su cielo
El cielo de Delfina
que debiera ser puro para siempre
El agua de Delfina,
los ríos transparentes
Ella sólo nos mira
hipnotizan sus ojos
todo en ella es hermoso
No hace falta decirlo
ya lo sabemos todos
los que la vimos
alguna vez
en el pecho de su madre
aspirando la vida con su boca preciosa
debemos ser mejores para ella
para darle su mundo, el que merece
devolverle el Amor que nos regala
cada vez que respira o tiene hipo
cada vez que nos mira
y no nos juzga
y nos ama
porque sí

cada vez que nos mira
Delfina
y nos ve hermosos
únicos
puros
y nacemos de nuevo
en su mirada
Renacemos
para entrar en el mundo
de Delfina
su planeta
su cielo
sus Estrellas

(Para Delfina, febrero de 2005)