Mayo 5, domingo
La lectura de una hoja
atravesada
del murmullo que labran los senderos.
La hora cae
de aquel árbol
se mira las manos
¿Qué penitencia la desprendió del Cielo?
Mayo 16, martes
Aferrado como un nervio
a la ira del suelo
intento decir:
Existo
Tu nombre está anidado en algo que no es silencio
Como un golpe seco y certero
te pregunto
“¿qué día es el que viene?”
En tu boca cae mi pecho
y creo que los semáforos
vomitan un secreto: la luna.
Junio 9, sábado
Subía por el lado sur del puerto.
A los edificios
toda la parte superior les faltaba
como si mis dedos protegieran sus cabezas
con la vieja lana de la neblina.
Parecían valientes guerreros custodiando una
antigua ciudad.
En el puerto, la metáfora de los barcos se
emborrachaba.
Como una ciudad antigua
en el más lejano de los océanos,
el hermoso cuerpo de una mujer descalza
se hunde
Nos separa un tenebroso guerrero:
el Silencio.