Noticias
Comparte este contenido con tus amigos
Historiador argentino
acusa a escritora española de plagio

El historiador y periodista argentino Pablo Cingolani acusó a la escritora española Matilde Asensi, en un comunicado enviado a diversos medios, de haber plagiado el producto de sus investigaciones en la región boliviana del Madidi, iniciadas en 2000, para escribir la novela El origen perdido (Planeta, 2003).

La novela de Asensi habría sido escrita tomando “gran parte de los elementos y argumentos que construyen la trama y desenlace de su novela, de los materiales (memorias, relatos, crónicas y entrevistas) y archivos de las expediciones al Madidi” realizadas por Cingolani y su equipo de expedicionarios.

Agrega el comunicado que El origen perdido “cuenta cómo un grupo de piratas informáticos llega a Bolivia para encontrar la cura a una maldición que sufre el hermano de uno de ellos, a causa de entrometerse en el estudio del idioma aymara. Buscando el remedio al mal se introducen primero en una hipotética cámara secreta en Tiwanacu y luego organizan una expedición —junto con una arqueóloga española, un colega boliviano y una médica estadounidense— que se interna en las selvas del Madidi. Lo hacen para localizar a los ‘capacas’, los últimos sabios aymaras que se habían refugiado en el bosque tras la invasión española. En plena selva, encuentran a los toromonas y éstos los contactan con los sabios, quienes, finalmente, les revelan unas palabras mágicas para sanar al enfermo”.

En su primera parte, la novela presenta diversas citas de autores que van desde Umberto Eco hasta Carlos Ponce Sanjinés, y comentarios extraídos de fuentes como la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes o el periódico La Razón. “Citando esas fuentes, la autora parece que pretendiera darle verosimilitud a su narración para llevarla luego a los terrenos de la fabulación. Pero cuando la novela ingresa a su segunda parte —es decir la aventura en la selva—, Asensi toma párrafos, ideas y personajes de las memorias de la Expedición Madidi y las presenta como hallazgos o creaciones propias”.

Cingolani agrega que Asensi no procedió de la misma manera que en la primera parte, citando la fuente de su información. “Pienso que ella pretendió venderle a su público la idea de que las aventuras que sus personajes viven en la selva boliviana son fruto de su invención. Quizás si les hubiese dicho que eran hechos puntuales tomados de una expedición verdadera entonces quizás habrían leído su novela con otros ojos. A lo mejor se habrían interesado en las fuentes originales y la novela no habría vendido la cantidad de libros que vendió”.

Las expediciones al Madidi dirigidas por Pablo Cingolani recibieron amplia cobertura en la prensa nacional e internacional y fueron publicadas en Internet, de donde el investigador argentino supone la escritora española tomó la información.

Aunque ya la agencia EFE ha publicado una crónica del periodista Raúl Cortés acotando las similitudes entre la novela y las investigaciones de Cingolani, hasta ahora no se ha producido pronunciamiento alguno al respecto por parte de la escritora ni de Planeta.

Cingolani y su equipo realizaron dos expediciones al Madidi, documentaron en texto y video sus viajes y hasta hoy siguen trabajando en este proyecto. Lograron muchos avances y recolectaron nueva información tanto sobre los toromonas como sobre el destino de un agrónomo noruego llamado Lars Hafskjold que desapareció en 1997, también buscando a esta tribu.

“Hay indicios de que los toromonas (como los llaman las crónicas históricas) u otra etnia no contactada habitan en el valle y las cabeceras del río Colorado, si es así habría que preservar su aislamiento”, dice Cingolani.

Cingolani tenía preparado, incluso, el guión de una película. “Nuestro interés siempre ha estado orientado a llegar al público europeo y sensibilizarlo con el tema y lograr apoyo para cerrar el caso de Hafskjold y de los toromonas, pero nunca nos imaginamos que sería de esta manera. De verdad que es un asunto incómodo, que ojalá sirva para reivindicar lo hecho y poder proyectarlo hacia delante. No sé si a la señora Asensi le importe, pero a nosotros sí: queremos saber que pasó con Lars y si existe un grupo aislado, preservarlo en su identidad”.

El investigador manifestó que por ahora no piensa iniciar acciones legales. “Cuando iniciamos las expediciones al Madidi nunca pensamos encontrarnos algún día con situaciones como ésta. Es desagradable darse cuenta de que el trabajo de uno termina siendo utilizado indebidamente. El objetivo de las expediciones y de todos los materiales, textos y videos, que hemos producido han sido siempre serios. Vamos a hacer las consultas pertinentes para decidir cómo encarar esta situación”.

Cingolani es historiador y periodista. Nació en Buenos Aires (Argentina) en 1963 y desde 1987 reside en La Paz (Bolivia). Ha trabajado en diversos medios de comunicación y ha organizado expediciones ecohistóricas, explorando, entre otras, la región de Iruya-Baritú, las Cumbres Calchaquíes y la puna jujeña en Argentina, el desierto de Atacama en Chile y casi todos los parques nacionales de Bolivia, en especial en Lípez, Chaco y Amazonía. Publica información sobre sus trabajos en su blog.