El jueves 2 de junio falleció en la población argentina de San
Isidro la compositora y etnomusicóloga Isabel Aretz. Contaba con 96 años de
edad y había dedicado gran parte de su vida a la investigación de las
tradiciones venezolanas. Aretz fue sepultada el viernes 3 en el panteón de
Sadaic en el Cementerio de Chacarita.
Nacida en Buenos Aires el 14 de abril de 1909, Aretz
realizó estudios musicales en el Conservatorio Nacional, donde estudió
composición, piano y pedagogía musical. En 1967 obtuvo el doctorado en
música, especialidad musicología, en la Universidad Católica Argentina.
Estudió antropología con José Imbelloni y etnografía con Enrique Palavecino
en el Museo de Ciencias de la capital sureña, y perfeccionó sus conocimientos
de instrumentación con el destacado compositor brasileño Héctor Villa-Lobos,
gracias a una beca otorgada por él mismo.
En 1947 viajó por primera vez a Venezuela para
organizar la Sección de Música del Servicio de Investigaciones Folklóricas,
creado pocos meses antes por Juan Liscano. Hizo otros viajes por diferentes
regiones de Venezuela en compañía de Luis Felipe Ramón y Rivera, con quien se
casó, adoptando la ciudadanía venezolana.
En 1966 obtuvo una beca Guggenheim, que la llevó a
recorrer buena parte del continente al rescate de las melodías autóctonas. Su
trabajo con Liscano y con su esposo la convirtió en pionera en la difusión de
su campo de investigación, con la creación del Instituto Interamericano de
Etnomusicología y Folklore (Inidef), con el apoyo de la Organización de
Estados Americanos (OEA). Hoy esa institución se conoce como Fundación de
Etnomusicología y Folklore (Fundef), y fue presidida por Aretz entre 1990 y
1995. También fue cofundadora de la Orquesta de Instrumentos Latinoamericanos
(Odila).
En los 70, Aretz fue docente en universidades de
México y Colombia. Fundó cátedras sobre etnomusicología en varios países y
colaboró en revistas especializadas: su labor docente en el Inidef (1971-1982)
le permitió formar una pléyade de discípulos que trabajan en todo el
continente.
Fue, además, profesora de etnomusicología de la
Escuela de Artes de la Universidad Central de Venezuela y dictó cursos de
cultura y tradición oral para el doctorado en Ciencias Sociales de la misma
universidad. La investigación en etnomusicología y folklore se compendia en
una cuantiosa producción de libros, monografías y artículos que traslucen un
laborioso estudio de los materiales obtenidos en los viajes de investigación
cumplidos en América y África. Muchos de ellos han merecido el reconocimiento
de sociedades y organismos internacionales. Como compositora dio un tratamiento
contemporáneo y latinoamericano a sus obras, por lo que fue merecedora de
diversos premios nacionales y municipales.
Uno de sus últimos trabajos fue el libro Música
prehispánica de las altas culturas andinas, publicado en 2003 y en el que,
a partir de unos pocos vestigios que han sobrevivido al paso de los siglos,
Aretz intentó adivinar cómo sería la música que creaban los nativos
americanos antes de la llegada de los españoles.