Carilda Oliver Labra, una de las voces femeninas más reconocidas
de las letras hispanoamericanas contemporáneas, fue integrada este viernes 1 de
julio a la Academia Cubana de la Lengua (ACL).
Por primera vez esa institución académica abandona
su sede permanente en Ciudad de La Habana para acoger a un nuevo miembro, lo
cual aconteció en ceremonia en la casa social de la Unión de Escritores y
Artistas de Cuba en Matanzas, acto al que asistió Abel Prieto Jiménez,
ministro de Cultura.
Lisandro Otero, presidente de la ACL, señaló que
este rango de académica a una poeta de alta calidad literaria, constituye un
supremo reconocimiento a quien ha realizado serios estudios del idioma y ha sido
fiel veladora de la pureza de éste.
“Ella es un ejemplar único e irrepetible para la
literatura cubana, trasciende los límites de su terruño y hoy se le entrega la
silla que desde hace mucho tiempo es suya”, subrayó Miguel Barnet, miembro de
la institución y presidente de la Fundación Fernando Ortiz.
Oliver, quien cumplirá 83 años de edad el próximo
miércoles 6, recibió los honores con emoción y dedicó su discurso a Dulce
María Loynaz, una de las consagradas figuras de las letras cubanas y Premio
Cervantes.
Con la lírica que le es afín, hizo un recorrido
por la obra literaria de Loynaz desde sus inicios, marcó con intencionalidad
poemas de renombre junto a fracciones de la vida de la poeta e, incluso, narró
anécdotas de la larga y profunda amistad que las unió.
Premio Nacional de Literatura, Oliver es la séptima
mujer que integra la ACL. Inició su vasta carrera en el año 1950 con el texto Al
sur de mi garganta, y ha publicado más de una veintena de libros en
España, Alemania, Colombia, México, Estados Unidos y Cuba, entre otros
países.
La Academia Cubana de la Lengua surgió el 19 de
mayo de 1926 y su primer presidente fue el destacado pensador cubano Enrique
José Varona. Actualmente la integran 22 miembros numerarios, entre ellos
reconocidos intelectuales y premios nacionales de Literatura.