Algunos actores del star system literario chileno
decidieron, alguna vez, desarrollar una, en apariencia ingenua, adaptación al
clima ambiental de época, la llamada tesitura de la intemporalidad. Esto
consiste, de suyo, en pasar piola y parecer inocente. Tomemos un ejemplo.
Cristián Warnken, el conocido profesor chileno que se dedica a entrevistar a
escritores, lo ha demostrado ahora con su equívoca o ambigua posición frente a
las tabacaleras, al afirmar que la tabacalera es una empresa más en el mundo.
¿Cómo explicarlo?
“Sigan la huella del dinero”, les recomendó Garganta
Profunda a los periodistas del Washington Post que investigaban el
escándalo Watergate del Presidente Nixon. La pista del dinero, antiestético
tema para un literato.
¿Quién le paga al profesor de castellano llamado
Cristián Warnken?
Supongo que la Universidad Finis Terrae, donde
Warnken es director de la Escuela de Literatura.
La Finis Terrae no es cualquier universidad chilena.
Es la más corporativa de las universidades. Conviven allí hoy dos tropas. Por
un lado, sus fundadores son Pablo Barahona, Álvaro Vial, Álvaro Bardón y
José Antonio Guzmán. Por el otro, son socios los Legionarios de Cristo, los
católicos integristas. Bajo el lema “Semper Altius” (Siempre más alto),
esta congregación —fundada en 1941 por el sacerdote mexicano Marcial Marciel—
ha conquistado un ámbito del empresariado. Según la revista Qué Pasa,
entre los empresarios legionarios están Eliodoro Matte, dueño de la papelera;
Guillermo Luksic, dueño de CCU, Banco de Chile y VTR; Agustín Edwards, dueño
de la empresa El Mercurio y el presidente de Telefónica CTC Chile, Bruno
Philippi.
Es decir, La Finis Terra está en manos del hard
core de la elite conservadora.
El actual rector de la Finis Terrae se llama Roberto
Guerrero del Río.
Roberto Guerrero del Río es, además, director de
Chiletabacos, filial de la British American Tabacco —cuyo presidente es Carlos
Cáceres. Da la casualidad, según un reciente informe de la revista El
Periodista, que Roberto Guerrero del Río es uno de los encargados de la
oficina de abogados de la Compañía Chilena de Tabacos. La empresa es
monopólica en el mercado chileno, con alrededor de un 98% de las ventas.
Las industrias tabacaleras tienen una historia muy
perversa. Empezaron hace ya muchos años por negar que el tabaco produjera daño
a la salud. Han manipulado el proceso legislativo y a los gobiernos en varios
países para lograr sus beneficios. Están metidos en el contrabando (la cifra
de comercialización de cigarrillos de contrabando en Chile es alarmante, casi
un 7 o un 8%, según cifras públicas), han tergiversado la evidencia
científica y han comprado científicos para hacerlo. Todo eso está probado por
la OMS y la Organización Panamericana de Salud (OPS).
Las cifras de las víctimas chilenas del tabaco son
espantosamente crecientes. En 1990 fallecían de tabaquismo 9 mil personas, hoy
día las cifras alcanzan a 14 mil personas al año. Chile pierde 117 millones de
dólares en cáncer pulmonar por tabaquismo, según la OPS es el 6% de los que
el Estado destina a salud. La OPS destaca una cara poco visible del tabaquismo:
su vínculo con la pobreza. La OPS menciona que la población de menores
recursos tiene mayor probabilidad de fumar que la de mejor posición económica
y que los pobres gastan un mayor porcentaje de sus ingresos en cigarrillos.
Tabaco y pobreza, conforman un círculo vicioso del cual a menudo es difícil de
escapar. La OPS también afirma que casi el 70% de los niños y adolescentes de
Chile respira habitualmente el humo del cigarrillo de los demás en su propio
hogar.
Chiletabacos está empeñada hoy en una afanosa
cruzada para contrarrestar en Chile las regularizaciones que mundialmente se
hacen a la publicidad del tabaco. Para eso, Chiletabacos prioriza sus auspicios
dentro de la cultura y la educación. Entre 1995 y 2002 la inversión de
Chiletabacos en estas áreas alcanzó los dos mil 500 millones de pesos.
Las Tertulias Tobacco & Friends son espacios
gratuitos en los que las personas se reúnen en torno a un entrevistado del
ámbito cultural, generalmente escritor. La universidad Finis Terra es parte
consustancial del proyecto Tobacco & Friends. Chiletabacos financia charlas
y exposiciones y el proyecto Literarte. A fines del 2003, mediante la Ley de
Donaciones y con el patrocinio de la Universidad Finis Terra y de la Dirección
de Archivos y Museos, Dibam, editó el libro Diálogos con la cultura con
los contenidos de las tertulias de Tobacco & Friends. Se hicieron mil
ejemplares con aporte estatal y dos mil más con aporte propio de Chiletabacos.
Y, vean ustedes, uno de los contratados preferidos
para las entrevistas de Tobacco & Friends es también Cristián Warnken. Es
el anfitrión por excelencia, como puede comprobarse directamente en la página
web de la empresa.
Warnken, hasta ahora, no ha demostrado tener una
fisura moral en su postura. Tampoco le afecta —hasta donde sabemos— la
responsabilidad del tabaquismo en el cáncer y en los problemas de salud de la
población. Cuando recientemente el periodista Juan Sharpe de La Nación
Domingo del 7 de octubre de 2004 le consultó sobre el tema, Warnken
contestó que era “una pendejada”. “…Y no creo que por haber participado
en unas tertulias uno esté siendo parte de la política de blanqueamiento de la
imagen de la tabacalera. Ellos están blanqueando la imagen como todos los
avisadores importantes en el mundo”.
Ya ven, para Warnken las tabacaleras son un avisador
más en el mundo.
¿Es Warnken un bienpensante ingenuo?
La asamblea mundial de OMS adoptó el año 2003 por
unanimidad el tratado de salud pública internacional, el llamado Convenio Marco
de la OMS para el Control del Tabaco, como una respuesta global a la epidemia
silenciosa que causa la mayor carga de enfermedad, discapacidad y muerte
evitable en el mundo. El convenio prohíbe la publicidad, la promoción y el
patrocinio de productos derivados del tabaco. Para que el tratado tenga vigencia
internacional lo deben ratificar 40 países. Hasta el día de hoy 33 países lo
han ratificado. Francia lo acaba de ratificar en octubre de 2004. Sólo faltan
siete países. Existen hoy fuertes campañas a nivel mundial que han logrado
avances importantes en contra del tabaquismo, en Brasil, en Canadá y en Europa.
Y Chile, que según la Organización Panamericana de Salud tiene los más altos
índices de tabaquismo en toda Latinoamérica, debe ratificar el convenio en el
parlamento. Y por eso, Chiletabacos ha iniciado una costosa y amplia campaña de
influencias y de lobby, donde se incluye a los líderes de opinión, también en
el ámbito de la cultura.
Esto lo sabe bien Warnken, como ser informado y por
las relaciones que frecuenta. No creo que sea ingenuo.
Sin embargo, él no reconoce que los problemas
tienen ligazones, causas y efectos. ¿Es la visión de Warnken más real que la
mía? ¿Es mi postura más pendeja?
Pero luego, hay otro problema anexo: todas estas
conexiones reales de Warnken con las tabacaleras, ¿influyen o no en Warnken?
Warnken cree que la realidad es lo que él ve, toca,
huele, oye, mastica.
Y nada más.
Es lo que hay y me llamo Warnken.
Lo que fue, lo que va a ser, lo que podría estar
siendo o lo que quizá sea, y sus relaciones posibles, no integran su universo.
Estamos frente a una campaña cuidadosa y orquestada
de las tabacaleras, principalmente de las grandes multinacionales Philip Morris
y British American Tobacco, y cualquier ciudadano que se tome el tiempo de
informarse se sentirá asqueado, al enterarse de lo que hace la gran industria
tabacalera. Las fuertes disputas que existen tras el tema de las tabacaleras,
las presiones y los lavados de cerebro de la industria para recibir la
absolución por 50 años de mentiras y engaños, para Warnken no existen,
simplemente, porque él “no fuma”.
Es la tesitura de la intemporalidad.