Letras
Albur
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a Jazmín Ruiz
(siempre presente)

Aquel
que en insólitas
comarcas
te persigue
logró abrevar
sus rebaños perdidos
Ahora muere
e irán con él
todas sus bestias


No conoces
lo que el fondo
de ése
tu partido corazón
dejó
en esta ruta
No sabes
de los aromas
prendidos
en las sedas
que quedaron
cuando cruzaste la puerta


Este
agotado corazón
deshace los caminos
en busca
del Albur


Esos
tus tristes
ojos
a dónde irán
Esas
tus manos
qué jardines
acarician
Esos pensamientos
arrastrados
en aquel
tu río
a cuál mar
desembocan
Esa tristeza
en tu mirada
a dónde va
Dime
A quién
pertenecen
esas
tus solas
posesiones


Las lágrimas
perdidas
en tu cara
llaman
Y este
errabundo
Señor
se resiste


La risa
que navega
en aquella
transparencia
de tus ojos
Ese mar de ojos
que inunda
mi cargado navío
¿a dónde
nos conduce?


Sabemos de esos
tus oficios
Sabemos de las noches
a juro pasadas
Lo sabe
este Rey
que se condena
a esperarte
Un
insulso gobernante
dedicado
a aguardar
que rompan
sus poternas


Sólo decir
y sumergirse
en esa
profundidad
Decir
para callar
cuando
ella observa
Callar
y oír
cómo se desliza
por la colina
verde y suave
lo que se quiere
lo que retenemos
lo que al fin
nos alcanza


Tengo una gota
aún
de aquel riachuelo
que una vez
bañó nuestros cuerpos
ateridos
Esa gota
salobre devenida
se confunde
con la lluvia
de aprehensiones
que ahora
asecha nuestra casa


El rey
que aún se cree
dueño
de conquistados
territorios
dice
y no abdica
Quedan
(siempre le quedan)
las estepas largas
que lo llevan
a las aguas
de ojos
a los ojos
y a las aguas


Hubo
un hidalgo
que abrió
sus puertas
y decidió
que todas
esas tropas
lo allanaran