poema de fondo
Quiero hacerle un poema de amor y le digo:
—sos como mi casa.
Entonces le digo que es un poema de amor;
que mi casa moviliza el desajuste de Frida.
La excitación de Diego.
Quiero hacerle un poema de amor y le digo
—no somos iguales.
Entonces cree que miento,
que no es un poema de amor.
Entonces
lo dejo circular. Ofrecer resistencia.
proyectito en bis
Queríamos un bar de extranjeros y desaparecidos, de warsteiner y cilantros.
Cada cosa en su lugar, dijimos;
yo haría panecillos de miel y tu música sería el ombligo del mundo.
Es así como el alma busca un aprendizaje que duela,
una culpa;
el tajo que no tuve hasta que lo hice poema.
Ahora, cada vez que amanece
escribo en contra mío.
diálogo casual entre dos o más
—Hay en la calle un silencio de sangre, amor
mientras tanto
recemos.
—En vos Andrea,
no en mí
está el deseo de bautizar
pájaros heridos.
—No deja de llover
siempre me llueve cuando estás callado.
—Tiemblo
(tengo miedo)
y en mi espalda, Andrea
latigazos de agua helada.
intro
De la gota del corazón
como del techo
me caen escupidas sobre la casa.
Esta casa que se toma tiempo en cosas así
para no habitarme;
para creer que abandono mi forma descarnada
mi movimiento brusco
mi desajuste
apilados
como mis otros niños en este lugar mínimo.
Grotesco.
jardín
Una vez, probé el rastro del caracol.
Dejé sobre la línea mi nombre
bajo una flor, apenas, la baba.
Caídos, los dos, el círculo cierra
el aire
de todos los sueños.
Si pudiésemos elegir
llevaríamos esta casa para otro patio.
sinónimo de ser en tierra
A veces me dejo
este traje de animal.
Me gusta ser lombriz.
Dolerse
bajo tierra
sería un fino ejemplo
de buena voluntad.
De todos modos,
no hay medicina
para anélidos.
Nada
hay.
Digo
nada lograría
salvarme.
pequeño contratiempo
“Es el percance de vivir,
la rabia de estar hecho, la sed de perdurar”
Rodolfo Alonso.
La rabia de ser
no de estar hecho
no de perdurar
de querer seguir
estar
demasiado tarde
para todo
estar conmigo
en mí
pero distante.
Tan de cerca
tan de pronto
mi servidumbre
es a veces
lo que una ebria
en los espejos.
No soy la sed
ni mucho menos
la gracia del deseo.
Piso la violencia
de conocerme
de abusarnos
todas
en mí.
(Pequeño contratiempo;
me tiene sin cuidado.)
ley de gravedad
Después de sufrir un síndrome inmuno-depresivo
el individuo se restituye mañoso,
o dicho mejor,
comienza a manejar la desigualdad de ser elemento oblicuo.
Entiéndase “oblicuo” como la línea que no sostiene ningún objeto inmediato.
Por ejemplo:
hoy compré un saco negro,
de esos de paño
(creo demasiado pesado para mí).
Ahora pienso en todo lo que tengo que cargar encima
(me refiero al saco y a todos estos vivos que pesan como muertos),
y la verdad es que temo joderme también la espalda;
como el olfato
como licencia por lo ajeno.
nada más rubia
Nada más fashion que una rubia sofisticada criando cuervos en la cornisa.
Nada más conmovedor que miles de cuervos devorando ojitos de hielo.
A quién le importa el secreto de una criatura helada;
lo que cae del sueño sobre la calle,
lo que las ruedan aplastan casi con dolor
sobre su abdomen.
Importa, sí,
arrastrar el desparpajo de una rubia tarada,
su mismo olor en el deseo
alcohol / maquillaje;
percha de madera con ropa de buena marca.
sólo por hoy
Tengo menos compasión que un gato hambriento.
La visión y el contacto con las bestias
o con hombres que se comen entre ellos de un bocado
es belleza de fuego.
El tocarlo todo
medirlo con vara del infierno,
desear las piernas ajenas, la boca del otro,
los muslos, el gemido, el fondo oscuro de las cosas.
Y no hablo de calmar esas bestias;
lejos de mí, tal vez,
hable del silencio como un animal que persiste en el centro de la casa,
brutal casi
ebrio.
todavía
Esta mano, querido,
tiene que matar primero
la sombra de su carne.
Así se conoce el golpe
la gotera en la matriz,
cambio de pellejo
no de ropas.
Alguien llegó antes, querido,
sumó los cuerpos y su carencia
agitó huesos a manera de pochochos
y dejó su dolor
sobre un lomo que resiste.
A mí, querido,
todavía me sangra la boca.