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Carlos Yusti ganador de la bienal Antonio Arráiz en Poesía
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El escritor venezolano Carlos Yusti, quien mantiene en Ciudad Letralia la avenida Notas desabrochadas, ganó la IV Bienal de Literatura Antonio Arráiz, en la categoría Crónica, por su libro Los sapos son príncipes y otras crónicas de ocasión, según se supo el pasado 29 de enero.

El certamen es organizado por el Instituto Municipal de Cultura y Arte (Imca) del municipio Iribarne (Barquisimeto, Lara) y se otorga además en las categorías Poesía, Cuento y Teatro.

Al anunciar los ganadores, los licenciados Nildhe Silva y Willy Aranguren, presidenta y director de Servicios Culturales, respectivamente, de Imca, expresaron que la jornada ha tenido una gran acogida por los escritores del país y una calidad extraordinaria en los trabajos enviados, con un jurado idóneo que realizó un trabajo minucioso, científico y de alta discusión.

El jurado que le concedió la distinción a Yusti estuvo compuesto por Ramón Querales, Esteban Rivas Marchena y Taylor Rodríguez, quienes fundamentaron su decisión “en razón de su calidad literaria, su sostenido estilo dentro del género, la unidad temática del conjunto y la valiosa ponderación que logró realizar acerca del libro y la lectura indispensable para el desarrollo integral del hombre”.

También acordaron otorgar menciones especiales a Crónicas de la Bitácora de los Viajes, de Néstor Rojas (Ciudad Bolívar) y a Maderamen, de Jesús Rafael Cedeño (Nueva Esparta).

En la categoría Cuento el jurado estuvo compuesto por Rafael Montes de Oca Martínez, Yeo Cruz y Reinaldo Chaviel, quienes otorgaron el premio por unanimidad a “Las piezas de baño”, de Marco Antonio Peña López (Barquisimeto), “por el excelente manejo del lenguaje, donde se destacan eventos humorísticos, por encima del patetismo; con una estructura narrativa sólida donde se presenta situaciones cotidianas en un contexto urbano, con un sentido universal”.

Las menciones correspondieron a “Iolanda sin censura en tecnocolor”, de Francisco A. Arévalo (Puerto Ordaz, Bolívar), y a “Como una mentira”, de Pedro Gamboa (Paraguaná, Falcón).

Asdrúbal Meléndez, Igor Zamora y Roberto Valecillos conformaron el jurado en la categoría Teatro, donde se concedió el galardón a la obra La primera orquesta latina de mujeres, de Gilberto Agüero Gómez (Barquisimeto), “por ser una obra ubicada en el contexto histórico venezolano de 1930, con un gran sentido de pertinencia de los valores sociales, reveladores minuciosamente de conductas características de la época. La obra revela la presencia indiscutible de un dramaturgo, con un discurso teatral, cuya excelente forma sostiene un justo contenido sobre la condición y expresión humana, una claridad y precisión exquisita en la conformación, expresión y de los caracteres de los personajes, impregnando la atmósfera escénica de su subtexto que nos remite a una segunda lectura de elocuente asunción artística y sicológica”.

En la categoría Poesía, Isabel Lameda, Antonio Urdaneta y Ángel Alvarado Delgado otorgaron el premio al poemario De nosotros una orilla, de Julio César Blanco Rossito (Cabudare, Lara), “por haber desarrollado su propuesta con una coherencia e hilo conductor, logrando perfilar un libro donde el poeta oficia la palabra y la vida, haciéndose de una voz con acento propio”. Se concedió una mención honorífica al poemario La cálida cripta de la transparencia, de Ernesto Román Orozco (San Cristóbal, Táchira).

Fuente: Venezuela Analítica