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Poemas

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Otoño

Tus secretos, otoño,
                            los susurra el viento.
Secretos que conmueven a las hojas.
Escuchan,
se agitan,
se dan al vuelo.
¡Menuda danza!,
a varias voces:
amarillas, las ligeras.
Ahora irrumpen las rojas.
Y en unísono, otoño, difunden tu promesa,
aquella que el invierno entierra.
Promesa de semilla que aguarda,
de follaje,
de flor que renace,
de luz que sobrevive.
Tus secretos, otoño,
se descubren,
en voz de primavera.

 

Es invierno, cuénteme de...
Claridad

—Se cubrió de gloria en batalla,
aplastó a nubarrones,
sometió a penumbras.
Hoy,
en su deber de transparencia
cumplió destino
y es ausencia.
Claridad ha muerto
y yace ahí,
en medio de ese cielo encapotado—

 

El Cielo

—Hace varios días que va nuboso,
de obscuro,
está inmóvil
Hace varios días que va de luto
sufriendo a claridad—

 

El Sol

—También está de duelo.
Desde hace días que viene tarde
y se va temprano.
Mírelo,
con aire de pena.
¡Qué pálido!—

 

Árboles

—Han sido desojados.
Crujen,
lloran de rocío,
rocío sereno.
Véalos,
despojados,
pero bien plantados,
firmes,
alineados.
Son veteranos,
y no le quepa duda,
al final de esta guerra se contoneará vencedores
y narrarán su hazaña floreciendo—

 

Jardines, prados

—En andrajos,
mutilados.
Pero tienen agallas,
sobreviven.
¿Los ve?,
fingen letargo.
Nadie sospecha que están ideando artimañas.
La maniobra está planeada,
llegada la hora aflorarán de imprevisto,
y saldrán en desbandada
camuflajeados con un verde imbatible—

 

Pájaros

—Vuelan pocos.
Sobre todo cuervos,
que han perdido destellos,
los azules de marino
y violetas de cardeno
Van ellos,
desafiantes negros
revoloteando en pareja,
confortándose,
graznando
—este poderoso viento frío es ave de mal agüero,
pero es migratoria.
¡¡praak, praak!!
Grito que suena a lamento.
Quién hubiera creído que fuera aliento.
¿Sabrán ellos que su voz confunde?—

 

Mujeres y hombres

—Unos
refuerzan puertas y ventanas.
No te cueles
frío invierno.

Otros
levantan trincheras.
Amparo para la voluntad
y el contento.

Unos y Otros
no han previsto.
Presiento congoja
y voluntad cansada

En Unos y Otros
melancolía se dibuja.
¡Cuántos ojos apagados!
¿Dónde está el sol para encenderlos?
El sol, sigue de luto—

 

De ella

—El invierno no ha hecho aliados.
Mírela,
se hiela,
sucumbe,
más temprano que tarde
                                             y sin estrellas—