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Poemas

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Encomienda

Se me ha encomendado tragar los límites de la ciudad
¿Por dónde inicio tal encomienda?
Hacer de ella el único excremento abundante
Carente de dar vida a una nueva forma de vida.

Se me ha encomendado transformar mi ciudad
en un putero más
Donde todas las putas se sientan en casa y vivan cómodas
Sin quejarse de su cliente incómodo.

Se me ha encomendado
transformar el cielo en buitres hambrientos
Y unir todos los destinos vitales
Publicar todas las quejas y enamorar a los leprosos

La encomienda tiene sello de dictadura
Contienen todos los pasos a seguir
Destruir los carteles justificantes
Abrir todas las fosas
Abrir todos los teatros
Abrir todos los cines
Gritar el manifiesto

Hoy se me ha encomendado
Negar las democracias y tragarme la ciudad
La única ciudad que es una

Se me ha encomendado abrir todas las celdas
Liberar a todo preso, hampón, bribón, violador y asaltante
Se me encomendó tragarme el cáncer de la indiferencia
Y revolcar la droga del culto

Ahora, la ciudad después de unas mordidas me parece más pequeña
Cabe en un monedero de bolsillo
Se ha convertido en el juguete preferido
En tesoro inhabitable

Ya conozco el sabor de todas sus calles
He dejado al centro como único desván
El polvoriento destino queda como ley única
La distancia deja de existir.

 

Las líneas

Me gustan las líneas
Por rectas y directas
Me gustan las curvas
Por que me muestran metáforas
Las más discretas, las más enteras

Y si hay círculos
Siempre los espero perfectos.
¿Has visto la gradación de la existencia?
En el charco de agua, como ondas perfectas
Dualidad en voces reveladas

Me gustan las líneas y las curvas.
¿Y si las mido?
Me compenetro, me siento entero.
¿Y las hélices?

Esas me fascinan, porque nunca terminan
Más las de las guaninas, timinas, citosinas y adeninas
Tal vez las de miles de vidas
Donde todo se precipita a curvaturas áuricas.
Esas hélices me parecen muy propias y auténticas
Hélices variadas y aventureras

Me gustan las líneas
Y más cuando juegan integradas
¿Paralelas o trianguladas?
Por supuesto que trianguladas
Porque así me recuerdan lo divino

Sangre, agua y sol
Divino, humano y natural
Consciente, inconsciente y sentimental
Como aquel heptaedro enamorado
Del tiempo llamado semana

Aquí hay todo tipo de formas
Con líneas rectas, curvas y poliedros
La sagrada realidad se muestra tan geométrica
Qué inconmensurable puede ser su existencia.


Conociendo

No son tus ligeros cabellos de espagueti
Ni tu risa malgastada de la burla
No es tu ojo insípido de la crítica
O la antítesis de una luna virgen (que habita en tu vientre)
Nada de eso me enamoró de ti

Básicamente, fueron otros detalles
Que me perforan los oídos, me llenan las pestañas
Abarcan todas mis manos
Que se han de multiplicar por mil

Y la multitud grita destinos vitales
Hoy hay que vestir al niño de furia, pintarle pasarelas
Y sacarlo a pasear en las avenidas que revientan
La multitud se llena de lujo

Pues dispone un menú infinito
La flor tiene colores que estrenar
Yo la pongo en la maceta
Se ha vestido para esperar tu llegada

Hoy tienes nuevo nombre
Que me cuesta pronunciar
Me miras con afecto impronunciable
Según tú, yo soy un tesoro

Básicamente, tu risa se reestrena
Mis manos las bautizo
Tu vientre me engendra
La verdad se vuelve incierta.

 

Tepoztecos

Yo no soy nogal
Ni ahuehuete
Soy una inminente
Mariposa arrastrada por el temporal

Vuelo entre el monte
Que apresura a toda nube
Acumularse por encima de su base

El río cruza mi acantilado
Y entre tanto
Verde imponente
Seguro me has de observar

Aquí, la noche es de los grillos y las cigarras
De la madre tierra que suculenta muestra
Todo su esplendor

Soy esa luciérnaga tintineante
Imposible de olvidar
Soy toda estrella, toda planta, gusano y pájaro
En simbiosis perfecta
Con el ambiente cambiante

Ni veneno ni oro
Nada pierde valor, ni se gana
Somos todo lo que el tiempo ha de recordar
Yo la lluvia vi pasar
¡Ahuehuete!
A despertar.