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Retirado el nombre de Juan Rulfo del premio de la FIL

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La asociación civil del Premio de Literatura Latinoamericana y del Caribe determinó retirar el nombre de Juan Rulfo al galardón que se entrega en el contexto de la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara, según se anunció de manera oficial este 17 de octubre.

El reconocimiento, que se entrega desde 1991 y este año corresponde al escritor y periodista Carlos Monsiváis, llevará el nombre Premio FIL de Literatura 2006, anunció Raúl Padilla López, quien además de ser el presidente de la feria, lo es también de esa asociación civil, aunque subrayó que la medida “es temporal” y sólo se aplicará este año, ya que, confía, el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (Impi) fallará en favor de esa asociación.

La decisión se adoptó durante una reunión de la asociación después de que el viernes 13 de octubre recibiera un emplazamiento del Impi para que retirara el nombre de Juan Rulfo del premio, al considerar que se cometía una infracción administrativa, pues desde mayo pasado es marca registrada.

Padilla López precisó que este conflicto se circunscribe, hasta ahora, al terreno “marcario” (es decir, de una marca registrada), y no de derechos de autor, y afirmó que acatarán la decisión del instituto, que prevén se llevará de seis a ocho meses. Se trata, dijo Padilla, de “un gesto de buena voluntad para con la familia Rulfo” y, sobre todo, con el Impi, para que emita su fallo sin presiones.

Añadió que Carlos Monsiváis ya fue informado sobre la medida. “Lamenta que no lleve el nombre, pero le parece que es una medida por lo pronto prudente”, informó Padilla López.

Los abogados de la asociación, Mauricio Jalife Daher y José Luis Caballero Leal, se manifestaron confiados de que el Impi fallará en su favor por varias razones: la primera, que no se ha cometido ninguna infracción en tanto todavía no se entrega el premio con el nombre de Juan Rulfo, y después, porque “no existe, desde el punto de vista del derecho de autor, absolutamente nada que sea reclamable”, indicó Caballero Leal.

“Esta pretensión infundada, absurda, de la familia Rulfo, no agravia única y exclusivamente a la literatura de este país, ofende profundamente a un premio que ha tenido reconocimiento universal, pero particularmente agravia a Carlos Monsiváis, quien no merece verse involucrado en una controversia tan absurda”, agregó.

El nombre de una persona “es un derecho personalísimo, pero no es heredable ni tiene un carácter patrimonial. Recurrir al régimen de marcas, como una manera de reivindicar la no utilización por parte de terceros para referirse a una personalidad, entra en un hecho profundamente doloso. Sería tanto como evitar que se nombre a una biblioteca, una calle o una glorieta con el nombre de algún héroe, escritor o artista cuya memoria queremos honrar”, explicó Jalife Daher.

La firma Jalife, Caballero, Vázquez & Asociados prepara una contrademanda “para cuestionar ciertos elementos del registro de Juan Rulfo como marca registrada, que de cualquier manera y desde la perspectiva técnica, nos parece que cometieron errores imperdonables”.

A decir de los abogados de la asociación, “no controvertimos el que alguno de los integrantes de la familia quiera registrar el nombre de Juan Rulfo para vender balones de fútbol, anteojos para sol o lo que se les ocurra. Si le quieren dar una aplicación comercial están en su derecho; lo que el Impi no hará es considerar que la utilización que hace la asociación de la denominación Juan Rulfo para nombrar un premio sea un acto sancionable por la Ley de Propiedad Industrial. Sería como sancionar a una escuela pública por llamarse Juan Rulfo”.

La asociación civil —que se mantiene como del Premio Latinoamericano y del Caribe Juan Rulfo—, mediante un comunicado, subrayó que “la demanda de Juan Francisco Pérez Rulfo Aparicio, con base en la existencia de un registro de marca que le ha sido concedido el pasado 23 de mayo por el Impi, por la supuesta infracción administrativa que se comete de los derechos de dicho registro constituye, desde el punto de vista de esta asociación, una pretensión injustificada de subrogarse en el prestigio del Premio, a través de su control y manejo”.

Por su parte, el realizador mexicano Juan Carlos Rulfo declaró a la prensa que celebra la decisión de que se retire el nombre de su padre del premio. Aclaró que su familia no se opone a que el nombre de su padre sea destinado a otro premio, pero que “las bases de ese galardón y la gente que esté ahí valgan lo que vale el nombre y lo que vale este país, no lo que vale la política y todo este rollo que está debajo”.

Asimismo advirtió que la situación no es en contra de la FIL, “sino de la forma en que se hacen las cosas” y apuntó que un premio con ese valor no puede destinarse a la gente “que lo único que le importa es el dinero”.

La polémica por el nombre del premio comenzó el año pasado, por el desacuerdo de la familia de Rulfo con el “desapego” de los últimos premiados con el legado del autor de Pedro Páramo. En particular, la viuda y los hijos de Rulfo se molestaron con declaraciones del escritor español Tomás Segovia, ganador de la edición 2005, quien consideró que los logros literarios de Rulfo habían sido un “milagro”.

Fuentes: EFELa Jornada