Letras
Tres poemas

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Nacida de una V invertida
rasgada por el vértigo en tu vientre
he sabido conocer
el silencio de cada libélula
posada en tus dedos
esos mismos
me dibujaron tantos rostros
en estación de lluvia

A veces suelo detenerme
y susurrarle a mi sombra,
así los amaneceres
no bailan en mi balcón

Hoy me asomo a la ventana
por la misma
donde cada día
me veo renacida
en un verbo nunca entendido
coloreo mi descenso
en el matiz de tus ojos

Quizá siembre oraciones
en el jardín
para que al pisar la tierra
recuerdes
que me aferro a tu pisada
con cada grito
que escondes en tus pies.

 


 

Siento mis ojos suspendidos
ellos se cuelgan en los cadáveres repetidos
cada poste me insinúa un secreto,
ahora corto el cruce peatonal
para hacer nuevos vestidos
que simulen el acuerdo tácito
de pretendida satisfacción
con esta ciudad de pecas de luz,
ella no deja más
que adivinar los rostros
desde sus laberintos de carbono.

 


 

Dibujar alas
con saliva en tu espalda
nunca fue mi intención

Sentarme estática
a contemplar
tus ojos en otoño
no fue un pasatiempo
sino una razón de sobrevivir

No encontramos
el mar en la acera,
ni confundí mis dedos
con raíces.
Pocas veces mi piel
sonrió al verte
y siempre suicidaste
mi sudor

Me sembraste noches
en las pupilas
supiste hacer
que permaneciera en mí
el invierno

Pudimos observar
cómo la gente caía
como lluvia
en mis espejos,
y nunca sentí
el ardor de la vida