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Poemas

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Ajena

Me siento como la punta de un lápiz
sin punta
soy barro poblado por las hormigas
moldeado por las manos de un mago
que saca y saca conejos, abejas y mangos
          de un zurrón
para alimentar a otros,

me oigo cacofónica
no tengo nombre
de día sólo duermo
el sueño de los vagos
soy noctívaga
alma errante que baila
en la luna nueva de la vida
en la que no existo,

estoy,
no estoy,
sólo deseo ser.

 

Ausencia

Amo desde mis sueños ocultos,
lo recóndito que nos une es lo que no está,
lo desierto de tus palabras
lo inexpresivo de tus manos,
el nombre ya olvidado.

Hoy te escribo, con la ansiedad de tu mirada que no me mira
con el recuerdo de lo que no hemos vivido
con este amanecer que se persigue.

Hoy te escribo para recordarme a mi misma lo mucho que extraño
tus pasos que no he oído,
tus ojos que no me han visto,
tu impaciencia que no he consumido,
tu deseo que no me aprieta,
tu voz que no me llama.

 

Morada

Morada
silencioso estiércol lujurioso
furia que emerge del amante
enardecido cuerpo imperioso
rabia de los sentidos
nobleza de los sentimientos
sueños siempre inconclusos donde se guardan las necesidades,
saco sin fondo
lana que nunca termina de calentar
verano sin sol
sol que no calienta lo suficiente
agua sin sed, agua que no quita la sed
onírica realidad de los humanos
todos caemos en la tentación que nos subyuga a un mundo que siempre estamos
buscando
la casa que buscamos
hasta nunca conseguir.

 

Tus ojos

Tus ojos ya no ven
ya no me quieren decir nada
se clavan como astillas inertes
que vacían todo, taladrando huecos.

Esos ojos que me veían
son hoy un par de plegarias mudas
resumen tu ausencia
no avistan mi clamor.

Tus ojos que me cansé de besarlos
ya no me besan en tus sueños.
Despertaste y yo sigo dormida
desvalida
desnuda
triste
sin protección ni escondite
tremendamente vulnerable.

Tus ojos que me desvelan, parpadean ahora tranquilos
y no me ven
se mueven en todas direcciones
y nerviosos me dicen nada.
Tal vez mis ojos se han convertido para ti
en un par de rayos sin luz,
¿qué hago con mis ojos que aún te ven,
y te respiran
y te sienten
y te besan?

 

Vieja memoria

Tu imagen cansina llega a mis ojos
como las nubes de tu extenso cigarrillo
como el color gris de tu piel,
objeto que vuelas inanimado
flotas vagando en tu morada sin epitafio.

Emerges de entre los sueños
aferrándote al piolín de la vida eterna
envuelves mi infancia en el más absoluto
velo
del onirismo,
recreas tu propia historia en mi memoria
ubicuo
a ratos me parece que vives.

Mil años tienes ya
y yo de tanto pensarte ya estoy llegando
a tu madurez,
duermes el inmortal sueño malva
mientras te observo
y no puedo más que mirar tu cara con indulgencia.

Resistes en la distancia
te perpetúas frente al tiempo
tu explosividad se vuelve una película
muda en cámara lenta
que atajo
y rebota.

Pareces estar cansado,
viejo de tanta energía lerda,
ahora se acumulan los años
pero quién sabe
cuántos años le corresponderán a un muerto.