Letras
Cuatro poemas

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Encuentro

El universo entero
derramó confeti
sobre mi lacio transcurrir
cuando en el inmenso muro de mi nada
irrumpieron encantadores
los verdes vitrales de tu alma.

 

Yo

Yo,
tan egoísta,
le abrí paso a tu presencia.

Yo,
tan fascinante,
ebria de admiración te di la bienvenida.

Yo,
tan disipada,
contigo le puse orden a muchas cosas.

Yo,
tan fría,
no pude permanecer ajena a tu calidez.

Yo,
neurótica,
encontré paz en tu ritmo de violetas.

Yo,
frenética,
me diversifiqué con tu paciencia.

Yo,
aprensiva,
desaté la generosidad tras la sombra de tu sonrisa.

Yo,
noctámbula,
cambié mis ciclos circadianos para vivir en tus días.

Yo,
reticente,
me volví en quien más ansía.

Yo,
que decidí ser tuya,
cuando ya ibas de salida.

 

Aura

No te agobies.
Prometí no volver a tocar el tema
y bien sabes que lo he cumplido.

Dentro de lo poco que te ofrecí,
tuve siempre la honestidad por principio.

Es cierto,
escribo pensando en ti
pero esta vez mis letras
no llevan la intención
de unir nuestros destinos.

De suyo lapidarias,
hoy solamente las utilizo
para decirle adiós
a todas aquellas cosas
que pude haber vivido contigo
si hubieras querido.

 

Delineando una acuarela

Tiempo etéreo.
Nostálgica atmósfera fresca
vigilante de un espacio vacío
que sólo se habita con tu presencia.

Luz tras una ventana abierta.
Contraste de tu silueta en movimiento.
Pupilas que se contraen y se dilatan:
escaparate de tus pensamientos.

Blanco papel, siempre dispuesto
para ser la voz de tus anhelos.
Transparencia dinámica del agua,
transición de los colores, antes quietos.

Suave pincel que se mueve
sutilmente impulsado por tus dedos
emergiendo de la nada estática
trazos recién inventados, nuevos.

La calma rodea tu espíritu.
Algo sucede en secreto.
Tu ser en libertad tangible
expresando sus misterios.

Tú y tu soledad creadora
magia y misticismo del momento.
Gritando tus sentimientos
todo en completo silencio.