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Usuarios de Internet podrán “apadrinar” palabras en vías de extinción
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La Escuela de Escritores y la Escola d’Escriptura del Ateneo Barcelonés celebrarán el Día del Libro invitando a todos los internautas a “apadrinar” palabras del español y del catalán que hayan desaparecido o caído en desuso utilizando para ello, entre el 30 de marzo y el 21 de abril, un formulario diseñado para ello, según se informó en un comunicado.

Con el objetivo de llamar la atención sobre el empobrecimiento del idioma, y a través de los portales de las entidades auspiciantes, los internautas podrán escoger palabras “en vías de extinción” que deseen recuperar, explicar su significado y sus usos o recordar su origen. Con los vocablos elegidos por un mayor número de participantes se creará una “Reserva de palabras” que, en español o en catalán, será “el hábitat virtual donde sobrevivirán estas palabras en desuso”.

Una vez incorporada la palabra “en vías de extinción” y argumentada su inclusión, los participantes también podrán apadrinar cinco palabras propuestas por otros internautas o por los “padrinos de honor” que también colaborarán en esta iniciativa. Entre ellos, los escritores Juan Marsé, Lorenzo Silva, Carmen Riera (azulete), Ildefonso Falcones (colorado) o Mercedes Abad (zangolotino), ya han propuesto las palabras que desean conservar.

Por ejemplo, Marsé ha elegido bica (orinal) y damajuana (garrafa), una palabra en desuso que, recuerda, “aún se utiliza en Extremadura y en La Habana”. Las voces con orígenes geográficos diversos ofrecen un mapa de palabras perdidas que pasa por Andalucía, como mechinal, la palabra elegida por el novelista Lorenzo Silva; La Rioja, donde aún se tejen almazuelas, “aunque ahora se las está llamando patchwork”, como apunta el periodista Álex Grijelmo; Galicia, donde cuando algo no merece la pena se le llama purrela, “término que está en el diccionario, aunque yo pensaba que era una expresión gallega”, dice la finalista del Planeta, Marta Rivera de la Cruz o Zamora, donde las mozeñas “saltaban del fuego de la chimenea al calor de las buenas historias”, recuerda Paulino Guerra, director adjunto de Europa Press.

Las palabras en vías de extinción también describen actitudes que “pierden vigencia en estos tiempos”, según Carmen Calvo, la ministra de Cultura, que elige pundonor porque “para mí no sólo se refiere a la honra, el honor o el crédito de alguien, sino también a una forma de hacer las cosas, al esfuerzo interno y bienintencionado que empleamos para realizar una acción en unos tiempos en los que parece que sólo importan los resultados”.

La Escuela de Escritores organizó el año pasado la iniciativa “Tienes la palabra”, una votación a través de Internet para elegir “la palabra más bella del castellano”. Escritores, periodistas, políticos, profesores y académicos colaboraron en esta propuesta en la que, durante 23 días, más de cuarenta mil internautas de todo el mundo enviaron 7.130 términos diferentes y explicaron por qué los habían elegido.

En esta ocasión, el objetivo de los organizadores es llamar la atención sobre el empobrecimiento del idioma: “sólo entre 1992 y 2001, cuando se presentó la 22ª edición del Diccionario de la Real Academia Española, se suprimieron más de seis mil artículos. Seis mil palabras que desaparecieron del diccionario y que, probablemente, lo habían hecho mucho antes en el día a día, donde la tendencia a utilizar palabras comodín que simplifican conceptos con muchos matices o la facilidad con la que importamos extranjerismos, amenaza la riqueza del idioma”, explicaron los promotores de la iniciativa.

Fuente: Escuela de Escritores