Una vez
Aquí
crujieron las maderas bajo su paso
bajo el peso
de pasar
sólo
una vez.
Llegó
Llegó como todos
de la dulce pradera
a esta piedra ardiente
sin escala
no hubo tiempo.
Tus manos
Tus manos pies
de la locura
traicionarán tu sueño…
purificado en borracheras
algún día
volverás a nosotros.
Siempre
Pasan los días del este
al oeste
miro el jarrón sin flores
al borde de la cama
pese a todos
pese a todo
verifico
la página arrancada del libro
la última hora del crepúsculo.
Adviento
Pase lo que pase
florecerá
la belleza el canto
la cigarra.
Nadie pudo
—no puede—
detener los siglos.
Ausencia
La escucho empecinada
prometida
irse en el silencio...
Volverá como partió
por el aire
el albedrío
las deserciones
humo de barcos
que antes
que nunca...
cesará al fin el estruendo
regresarán sus ojos
y habrá
haremos una fiesta.
Venías
venías
para qué
hasta esta puerta
no hacías más que abrirla
y mirar dentro...
luego volvías
por esa calle
como tu nombre
mientras el cielo
agitaba sus colores en silencio
y los locales
el bar en la esquina
aquel mural
los dibujos en la vereda
todo vivía
antes
cuando andabas por el barrio
con otras preocupaciones
con otra esperanza
ahora
el día detenido
se repite
un país de exilio
sólo para que llegues
a esta puerta
pero a qué
y luego cerrarla
con la gravedad
de quien ha tocado un muerto
y volver
con el recuerdo de otra vida
ahora increíble
...tomabas el picaporte
con resignación anticipada
y ya sin discutir
bajo el sol
buscabas el dolor la cruz
del látigo
venías
sin falta
sin retraso
hasta la puerta
la abrías con avidez
...y dentro qué
qué veías
que te hacía venir
con la ansiedad
renovada y hueca
y otra vez el rito
inexplicablemente
como si no hubiese otra vida
que esta mansedumbre
de venir entre extraños
entre asuntos
entre relojes
entre lejanas sirenas
entre ojos
hasta esta puerta