Usted qué cree
El hombre y el mar
Dos soledades
Sin orillas
Dos cuerpos
Salados
Llenos de animalitos
Y minerales
Dándose coñazos
Incansables
En su moribunda poesía
Tristes tan tristes
Como una cebolla asoleada.
Una de la mañana
A la una de la mañana
Un cigarrillo
Es buena compañía
Y los ladridos de los perros
Suenan hermosos
A esa hora
El frío cala los huesos
Y puebla la memoria de fantasmas
Pasan veloces los automóviles
De la muerte
Logro esquivarlos
A esa hora tan difícil
De conseguirlo.
Carta a mi madre
Esta mañana
Cuando tu entierro
Se me vino encima
El mundo
De los primeros años
El río barroso
La voz firme de la abuela
Y mi padre montado en su caballo
Soñando
Soñando
Ahora tengo viva
De nuevo
La crudeza de aquel tiempo
Y la angustia poderosa
Del que desea marcharse
Madre
Sin destino.
Noticia
Leí en un diario de la capital
Que una isla
Fue tragada por el mar
Ni una señal quedó de ella
Yo estornudé
Y por largas horas
Pensé en mi funeral
En un corazón de oro
Guardándome
Para siempre.
Un poeta como yo
Un poeta como yo
Hubiese sido un buen vendedor de carne
De esos que llamamos pesero
O el prefecto
Más recordado de El Samán de Apure
Por aquello de que cada quien
Haga lo que le plazca
Pero un poeta como yo
Nunca sacaría una muela a un cristiano
Ni dedicaría un poema al Che Guevara
Ni a Fidel Castro
Y menos aun a Mister Bush
Eso sí
A José Alfredo Jiménez
A Chavela Vargas
A Alfredo Sadel
Himnos de alabanza y amor.
El mejor de los verbos
Tuvo que pasar mucho tiempo
Para darme cuenta
De que los de y los que
No son las bisagras de la vida.
Que dar es el mejor de los verbos
Y quererte
Amor mío
El más maravilloso de los vestidos
Que pueda darte
Tuvo que pasar mucho tiempo
Para darme cuenta
Que en este continente agrio
La miseria
Es símbolo
De civilización
Y que mi país está lleno
De animales hambrientos
De una ficción
Que llaman historia
Que durante siglos
Entre aplausos y banderitas
El futuro es una ausencia
Nunca cubierta
Pero tú y yo amor
Estamos vivos
Comiéndonos
En este día
Besándonos en este día
Pisando la tierra
De este continente agrio
De mares muy verdes
De islas de asfalto
De supermanes
Y fabricantes de espejos
Que cantan gloria
Parados en sus pobrezas
Pero el pan
Es para mañana
La leche
Es para mañana
El azúcar
El arroz
Los frijoles
Para mañana
Todo es para mañana
En este continente mío
Menos la muerte
Que llega
Sin que nadie la convoque
Por eso en este día
Amor
Tú y yo
Celebremos la vida
Con urgencia.