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Elena Poniatowska obtiene el premio Rómulo Gallegos
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La escritora mexicana Elena Poniatowska fue declarada este martes 26 de junio como ganadora del prestigioso Premio Internacional de Novela Rómulo Gallegos en su decimoquinta edición. La obra de Poniatowska, El tren pasa primero, compitió con otras 228 novelas de 18 países de habla castellana, y alcanzó tres votos de los cinco del jurado.

El jurado, luego de elogiar la calidad de las novelas recibidas presentadas a concurso, seleccionó doce obras que a su juicio tenían “relevantes méritos”: Tres lindas cubanas, de Gonzalo Veloro (México), La hora azul, de Alonso Cueto (Perú), Salvador Golomón, de Alexis Díaz (Cuba), La batalla del calentamiento, de Marcelo Figueras (Argentina), El síndrome de Ulises, de Santiago Gamboa (Colombia), Florencia y ruiseñor, de Bárbara Jacob (México), Los cristales de la noche, de Carlos Noguera (Venezuela), Zapata, de Pedro Ángel Palou (México), El barrio era una fiesta, de Mauricio Rosencof (Uruguay), Los minutos negros, de Martín Solares (México), El ejército iluminado, de David Toscana (México) y la ganadora El tren pasa primero, de Poniatowska.

A partir de dicha selección se escogieron como finalistas las novelas de Veloro, Solares, Toscana y Poniatowska, centrándose las deliberaciones finales en las obras de estos dos últimos. El premio será entregado a la ganadora en acto público el día 2 de agosto, fecha conmemorativa del natalicio de Rómulo Gallegos, en la sede de la Fundación Centro de Estudios Latinoamericanos Rómulo Gallegos (Celarg).

El jurado premió la obra de Poniatowska por su densidad temática y estilística. “Se trata de una obra compleja, de personajes bien dibujados y construidos. En esencia, una epopeya colectiva por la dignificación del trabajador, mediante la reconstrucción ficcional de hechos reales”, resalta el veredicto del premio.

Al respecto, el escritor e investigador Luis Britto García señaló, como presidente del jurado, que “es un veredicto merecido a una gran escritora del idioma castellano (...). Una prosa muy austera pero muy poética”.

Poniatowska declaró a la prensa que hace años, “cuando era muy joven”, entrevistó al autor de Doña Bárbara y epónimo de este premio internacional: “Me acuerdo que me dijo que no se había pasado al bando de los dictadores”, en alusión a los gobiernos autoritarios venezolanos del pasado siglo, indicó Poniatowska, que tiene un vivo recuerdo de aquel encuentro. “Era un hombre, alto, flaco, muy austero, parecía que tenía todo el control de sí mismo. Parecía un asceta”.

Respecto de su propia obra, la mexicana —que cumplió 75 años de edad el pasado 19 de mayo— dijo que “esta novela es un tren que ya llevaba mucha velocidad, que va rumbo a estaciones llenas de flores, llenas de gente que todavía esperan el tren”. Se definió como una mujer periodista, pero además como “una mujer insegura, llena de preguntas, que no tienen respuestas. Este premio es como una respuesta y me llena de felicidad. Llega en un momento muy importante de mi vida. Fue algo inesperado, porque fue la editorial la que mandó el libro”.

El tren pasa primero sigue a Trinidad Pineda Chiñas, un hombre de Oaxaca, México, inspirado en el héroe del movimiento obrero Demetrio Vallejo, cuya vida cambia al ver pasar un tren que lo inspira a conocer lugares, saberes, oficios y personas, hasta convertirse en el líder de los ferrocarrileros que en 1959 colapsó al país con un paro nacional.

El relato, que compendia la narrativa intimista y la novela coral, incluye hechos históricos de México como la gran huelga de 1958 y la de 1959, violentamente reprimida por el gobierno mexicano; el encarcelamiento de los líderes y su liberación a principios de los 70.

Nacida en París bajo el nombre de Hélene Elizabeth Louise Amelie Paula Dolores Poniatowska Amor, en 1932, y descendiente directa del rey de Polonia Stanislaw II, a los 10 años se mudó a México, país del cual obtuvo la nacionalidad a mediados de los sesenta y donde ha realizado la totalidad de su obra literaria y periodística. La escritora estuvo destinada en principio al matrimonio con un príncipe europeo, pero decidió dedicarse al periodismo.

Actualmente es una de las figuras más notables de la literatura hispanoamericana. Con el Rómulo Gallegos acumula ya cerca de una decena de galardones, entre los que se cuentan el Premio Alfaguara de Novela 2001 por La piel del cielo y el Premio Nacional de Periodismo por sus entrevistas en 1978.

Lilus Kikus (1954); Hasta no verte, Jesús mío (1969); La noche de Tlatelolco (1971); Fuerte es el silencio (1980); La flor de lis (1988); Tinísima (1991); Paseo de la Reforma (1997); Nada, nadie. Las voces del temblor (1998); La piel del cielo (2001); Tlapalería (2003) y El tren pasa primero (2006) son los cuentos, novelas y crónicas que forman su notable producción.

Dotado con 100.000 dólares, medalla de oro, diploma y la publicación de la obra ganadora con Monte Ávila Editores Latinoamericana, el Premio Internacional de Novela Rómulo Gallegos se otorga en Venezuela cada dos años, y está reconocido como uno de los galardones más prestigiosos de la literatura de habla hispana. En esta edición se inscribieron 43 obras de autores mexicanos, 26 de españoles y el resto de escritores de Argentina, Bolivia, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, Ecuador, Honduras, Nicaragua, Panamá, Perú, Puerto Rico, República Dominicana, Uruguay y Venezuela.

Creado en 1964, recién en 1967 se entregó el galardón por primera vez al peruano Mario Vargas Llosa por La casa verde. Otros escritores célebres premiados fueron Gabriel García Márquez, Carlos Fuentes y Roberto Bolaño, entre otros.

Fuentes: CelargEduc.arEl TiempoRNV