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Publican en Argentina textos de escritores desaparecidos
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Una libreta con 30 poemas, olvidada en 1977 por los secuestradores de Carlos Aiub, es rescatada por sus hijos en un libro, Versos aparecidos, que inicia un espacio de recuperación de manuscritos poéticos, reveladores de la identidad de sus autores. El libro inaugura la colección “Los Detectives Salvajes”, de la editorial platense La Talita Dorada, que se presentó en junio pasado en el local platense El Galpón de la Grieta, en un acto organizado por la organización HIJOS.

La colección nace con este libro, cuya versión digital se puede revisar en Internet, y tiene por objetivo rescatar manuscritos que hayan quedado olvidados de personas desaparecidas, secuestradas o víctimas de la última dictadura militar argentina.

“Me lo trae uno de sus hijos, Juan. Éste me cuenta la historia de ese cuaderno anillado con versos, que fue dejado tirado por los secuestradores de su padre, Carlos Aiub, en junio de 1977”, dijo Julian Axat, poeta y coordinador de la colección.

Apasionado por la literatura, vendedor ambulante de libros —aunque era geólogo y trabajaba en el Museo de Ciencias Naturales de La Plata—, Carlos era un militante y un poeta “como demuestran sus versos aparecidos”. Más allá de ser un desaparecido, “era un poeta que trabajaba la palabra y este manuscrito es el resultado de lo que Aiub iba escribiendo en distintos borradores para volcarlos en un cuaderno de la marca Exito de esa época”.

“Escribía una especie de diario de militante, una cronología salteada por este ejercicio de trascripción que hacía Carlos. Ese cuaderno dejado de lado por el grupo de tareas que irrumpió en la casa de Aiub pasó de mano en mano entre la familia pero nadie le quiso dar importancia”, menciono Axat.

“Los hijos fueron los que se dieron cuenta de que era un libro de poemas y se preguntaron si era parte de una obra mayor. Él trabajaba la palabra y hay una historia de poetas desaparecidos militantes”, recordó el editor, “que se inicia con Juan Gelman, quien hace la revaloración de los textos de Paco Urondo, como el mayor poeta desaparecido”. A partir de ahí surgen otros poetas menores que también ejercían la militancia poética, como el caso de Daniel Omar Favero, que cuando lo secuestran a los 20 años, los padres se quedan con unos manuscritos parecidos a los de Aiub.

En 1992 los publica José Luis Mangieri, y Dardo Dorronzoro, cuya esposa publica los versos que escribió en el poemario Viernes 25. Además, figura la antología publicada por la SAE, Palabra viva, mosaico de poemas de desaparecidos editados e inéditos.

“Es todo lo que hay. Ahora editamos este manuscrito que intenta un ejercicio de recuperación de la historia. No solamente de Aiub, sino de todos aquellos que tuvieron una palabra poética”, apuntó Axat, quien agregó que “se está haciendo un rescate de los años 70 para saber qué pensaban esos militantes antes de su desaparición, de su secuestro. Y de alguna manera el rescate poético significa también recuperar un imaginario para las nuevas generaciones”.

Fuente: El Siglo Web