Letras
Poemas

Comparte este contenido con tus amigos

Muñeca de porcelana

a Carmen Váscones

Suenan infernales campanas de escuela
y yo entre viva y muerta me tambaleo.
Mientras el reloj de arena rojo
y mi terrible aracnofobia creen que estoy rota,
pues lo estoy;
como esa muñeca de porcelana
a la que le arranqué los ojos.

 

Caja de recuerdos

¿Donde se ha ido mi espíritu?
creía en todo lo que conocía
y ya no me acuerdo de mí
dulce caja de recuerdos
que me mantenía a distancia de la locura
que me pierde cuando me encuentra
ahora que me he mirado al espejo por horas
ruego que se corte mi pacto con la vida
ya sangré respiré lloré suficiente

¿me puedo rendir ahora sin mi sombra?

 

No más sangre

Tú no te acuerdas de mí pero yo sí
y ahora que despierto
puedo decir que creí en ti
pero ahora decido con qué soñar
ya no me cazan
ya no corre mi sangre en las noches.

 

Futuros hijos míos

Aliméntense hijos de mis entrañas
llenos de antidepresivos drogas alcohol y muchos somníferos
duermo en los días y en las noches despierto por más dolor
Mi masoquismo ha llegado lejos
los quiero en mi vida pero los mato de a poco

Y yo solo

                        lo siento...

 

Payasos

Payasos en blanco y negro
vienen a jugar conmigo
por las noches
me persiguen
como lobos hambrientos
de sangre
y me clavan sus estacas calientes
en la espalda
mientras ya no puedo más.

 

Vidrios rotos

Cada vez que te beso
siento vidrios rotos
y sé que no estoy durmiendo
esto no es lo peor,
tú desapareces
y tus labios aparecen más abiertos
comiéndome desde los pies.

 

Adiós

Tan cansada de estar aquí
con todos estos miedos sin infancia
me voy sin perdurar
sin lograr que voltees por mí
sin lograr que enciendas la luz
sin lograr que abras tus ojos
el dolor tan limpio no sostendrá tu mano
demasiados espejos
descuelgan tambores en mi funeral.