Noticias
Pepe Monteserín gana el premio Lengua de Trapo

Comparte este contenido con tus amigos

El escritor asturiano Pepe Monteserín Corrales (Pravia, 1952) fue galardonado este 20 de septiembre con el XIII Premio Lengua de Trapo por su novela, La lavandera, un recorrido por las razones que llevaron al suicidio al poeta mexicano Manuel Acuña a través de la imaginación de una lavandera enamorada de él.

Monteserín, colaborador del diario La Nueva España, donde escribe a diario la sección “La mar de Oviedo”, dedicó el premio “al periódico, por el apoyo que siempre me presta, y a los lectores a los que les gustan las historias de amor y los personajes que son más grandes que la vida”.

El pasado 5 de septiembre, un jurado compuesto por el escritor Rafael Reig, Eloy Tizón, Luis García Montero, Ramón Pernas y el editor José Huerta decidió fallar a favor del novelista praviano-ovetense. Monteserín —a pesar de que asegura que siempre que se presenta a algo, confía en su trabajo— no esperaba ganar, “porque soy autor de la casa y eso jugaba en mi contra”, refiriéndose a las cinco novelas que ha publicado con el sello Lengua de Trapo.

Sin embargo, el escritor praviano pudo con otros 609 manuscritos llegados de España, Argentina, México, Chile, Cuba, Colombia, Venezuela, Perú y Estados Unidos, y según el editor Huerta, creador del sello y el premio Lengua de Trapo, ganó “por goleada”. Dotado con 4.500 euros, el premio es uno de los más importantes en la carrera de Monteserín. “Lo mejor es, sin duda, la distribución que tendrá la novela, que puede que sea presentada en México”.

La lavandera es una historia de amor no correspondido. “La historia me atrajo desde el primer momento porque yo buscaba a alguien joven, con talento y del que apenas se conociese algo de las razones de su suicidio”, aclaró el autor, quien dio con ese personaje gracias a su mujer. “Ella me recordó el poema ‘Nocturno a Rosario’, de obligado estudio en las escuelas mexicanas, y a partir de ahí comenzó mi investigación”, reconoció Monteserín.

En la corta vida de Acuña hubo muchas zonas oscuras que Monteserín ha reconstruido dando voz a Soledad, “una lavandera criolla e ilustrada, quince años mayor que el poeta, y con la que tendría un hijo”. A sus noventa años, Soledad narra el amor que sintió por el joven Acuña. “Un poeta que la desdeñó pero al que conoció tanto por las manchas de su ropa tanto como por los borradores de unos poemas que la lavandera rescataba de la papelera”.

Manuel Acuña es presentado como un provinciano recién llegado a la capital, donde comenzará una carrera dedicada a la filosofía que le llevará a conocer a muchos de los escritores y artistas de una ciudad en plena ebullición intelectual. Soledad conocerá toda su vida y también la de numerosas figuras de la literatura y la política del país a través de la ropa que lava.

La leyenda siempre ha narrado que la razón que llevó a Acuña al suicidio fue el amor no correspondido de Rosario de la Peña, a quien dedicó su poema más célebre. Sin embargo, Monteserín rechazó esa teoría para señalar “su fascinación por todo lo que encontró en esa ciudad, demasiado exuberante para él”.

El jurado destacó “el empleo de una lengua adulta, que supone una nueva etapa en la editorial”, según Pernas, y también “la invención de un uso del lenguaje particular Monteserín”. La novela estará en manos del lector este mes de octubre.

Fuentes: ColpisaLa Nueva España