Letras
Tres poemas

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Funámbula

una enorme sombra me camina las costillas de los sentidos
abro la ventana y se levanta
con la noche atada
a la calle / las brujas y los duendes se elevan
cruzados en sus piernas

en el aire camina
goza
se diluye / se posa en los rostros
salva un país
revolotea
explota como una luz
duerme sobre el volcán / llega
trota sobre una almohada oscura
funde
quema la mirada
se desmenuza / vive

y yo que me hago llamar hombre y poeta
me siento tan pequeño / observándola
en la línea de los duelos ancestrales
contra la mitología
y ella tranquila
se acuesta de lado para olvidarse de olvidar...

cuando la observo / tan pequeño
¿y poeta?

 

Hacedor de obituarios

cuando termina el día
cuando se te escapa la noche
sospechosa la voz que no suena
la rama que no se estremece
en el vapor de la calle
el corazón que no bulle
con los trozos del milenio

pongan un precio a la palabra
a ese breve y transparente
vínculo de las cosas
y descansen en paz
en el océano del silencio.

 

Rúbricas

Mi invidia ciento a ciento
contó, dichosas aves,
vuestros besos suaves.

Góngora

con los días
                    dirán que nos conocieron
que sabían nuestro santo y seña
que contaron nuestras víctimas civiles
que leyeron con hondura nuestras manos
que apostaron nuestros nombres en la ruleta...

con los días
                    aparecerán nuevos cuerpos
salvándose de la lluvia en nuestra topografía /
o en la boca del refrigerador
diciendo / ingenuos / que también saben leer
la desvelada mirada del pasado
como una tropa lista a embarcarse
en una misión suicida

ríe / ríe en ese momento
           ríe como una hiena torcida
como una tórtola en el fuego
como un cazador que ha sido cazado

ríe / yo no tengo que pedírtelo
escucharé tu risa con el oído
que germina en los malabares de lo eterno

Buscarán pistas en nuestras paredes
en nuestros cuadernos
en tus anillos y en mi barba
en las huellas que dejamos en el camino a la puerta
en el epígrafe que cosecha nuestra única frente
en la espesa fragancia de los cuerpos

pero nuestra historia la escribimos con signos
con rúbricas ilegibles en nuestra pieles
donde sólo vos y yo sepamos leerla
donde sólo vos y yo sabemos tocarla

Tendrán que mordernos
quemarnos
arrancarnos la piel
para escribir en la carne.