Letras
Dos relatos

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Mirándola

Claro, y yo estaba allí... sentado... mirándola, extrañamente mirándola. Era la sala de siempre, los mismos sitios de siempre, el mismo puesto, el mismo profe, la misma pizarra y los mismos compañeros. Y allí estaba yo... sentado... mirándola... llevaba más de la mitad de clase... desconcentrado... mirándola... y no podía entender qué era lo que hacía, ella tampoco sabía lo que hablaba el profe, igual como que a veces lo miraba con cara de aceptación... como diciendo “sí, yo pienso lo mismo” y de pronto se quedaba con la mirada perdida, como cuando uno lee un libro y se acuerda de algo... y se pasa todo el rato relacionando cosas... menos lo del libro... pero después volvía a lo mismo... y allí estaba ella... desconcentrada... mirándola... y llevaba más de la mitad de la clase desconcentrada mirándola... mirando cómo bajaba por la suave seda de su hilo y se balanceaba como si estuviese bailando al compás de una melodía... y se movía de una forma sutil y elegante... ella la soplaba... y mientras más soplaba, ella más bailaba... Es extraño, porque yo una vez conversé con ella y me mencionó que le tenía terror a las arañas, pero ahora... ella la observaba con admiración, estaba inmóvil... mirándola, miraba cómo sus ojos brillaban observando aquella arañita que bajaba y danzaba en un rincón de la sala de clases... estaba en el aire... volando, yo la veía volar, no estaba lo suficientemente cerca para ver el hilo del cual colgaba la arañita, pero aunque estuviese cerca, mis ojos no lo observarían... se habían quedado inmóviles observando los suyos... mirando su rostro, sus gestos... ella ni siquiera sospechaba que yo la había observado toda la clase, que después de un buen rato sabía lo que hacía, que éramos un poco cómplices... cómplices de la arañita... de la desconcentración... pero en eso, mientras la observaba, miré al profesor y algo cambió... ella dio un salto que sólo yo pude percibir y su mirada cambió... intenté fijar la vista en la arañita... pero no la encontré... entonces quise pararme y acercarme a ver si había llegado al suelo, pero no podía, ella se había levantado de su puesto y se había acercado al de su compañero... lo tomó del chaleco y lo golpeó... todos estábamos desconcentrados... mirándola... la mitad sin entender que pasaba... el profe se acercó, pero ella salió corriendo de la sala. No sé qué fue lo que pasó... pero apenas salió yo fui tras ella... pero no la encontré, la busqué y no la encontré... entonces volví donde estaban mis compañeros para saber qué es lo que había pasado... aunque poco me importaba en realidad... creo que me levanté y salí tras ella como excusa para poder hablarle... para saber si sus ojos brillaban aún... pero nadie sabía lo que había pasado.

Yo sé que usted quiere saber lo que realmente pasó y aunque usted sea el director, va a pensar que estoy loco, que quizás es una excusa o una justificación... pero es en serio. Sí, claro que tengo teorías... puede que mi compañero le haya dicho algo, pero él sabría por qué ella reaccionó así, o tal vez era media esquizofrénica y le dio un ataque... eso es lo que se rumorea... pero yo creo que mi compañero aplastó a la arañita... y por eso ella se enojó... sí, sí, sé que es absurdo y que no es para tanto... pero yo lo creo así, y si yo hubiese sido ella, y ella la que me hubiese estado observando, también hubiese reaccionado así si hubiesen matado a la araña. Creo que yo también estoy cansado de que arruinen mis momentos... mis pequeños, bellos y simples momentos... yo también me canso de aguantar que arruinen las cosas especiales que tengo... los momentos en que me puedo olvidar de todo y sólo ser un poquito feliz... yo creo que ella pensó eso... que ella había logrado vencer su miedo y había logrado que apareciera un momento bello... por eso la entiendo... no sé si sus ojos brillaban de tristeza o de alegría... pero creo que la entiendo... creo que se sentía bien... que estaba un poco feliz... y esa felicidad se arruinó. Por eso... después de clases... yo también fui... y le pegué al Raúl.

 

¡Acción!

Mire, esto es un poco complicado... en realidad es un poco difícil para mí decirlo, pero su hija no está bien... señora, no llore... tranquila, esto tiene un posible solución, una lenta, pero posible solución... sí, sí, la entiendo, pero es necesario... no hay otra opción, su hija debe quedar internada. Es que entienda, esto no es algo común... ella es un peligro en las calles... comprenda, ya hemos hecho todo lo que está a nuestro alcance para hacerla recapacitar, pero no entiende... Intentamos con pastillas, con sicólogos, intervenimos en su colegio, en su barrio, hasta tenemos infiltrados en esa organización en la que participa, pero no ha servido de nada... y qué quiere que le diga, los costos que esta situación nos está trayendo como institución son bastante altos, la única opción que nos queda es internarla... No, el tiempo no es mucho... todo depende de cómo vaya evolucionando, creemos que para empezar un año está bien... bueno... ¿No está preocupada por su hija?... entonces considere este plazo como un tiempo prudente... mire, en primer lugar su hija está convenciendo a más gente de lo que nosotros podemos soportar, prontamente tendremos que tratar a todos sus amigos y vecinos e imagínese si esto se sigue propagando... yo no quiero ni pensar en lo que pueda pasar. Claro, claro que estamos preocupados por su hija... preocupadísimos, por eso mismo le digo que debe dejar este asunto en nuestras manos, confíe en nosotros... yo le recomiendo por el momento que la incomunique, es decir, evite pasarle llamadas telefónicas, visitas y esas cosas... es importante que coopere con nosotros para que todo salga bien..y su hija vuelva a ser la misma joven que era antes... y deje de andar pensando que la vida es una película... señora, usted más que nadie debe reprimirle esta conducta, no puede ser que ella piense que la luz del sol es un foco y que las calles son un escenario... es que sabe... mucha gente ya está empezando a pedir finales felices... el otro día tuvimos que atender a una niña que quería un príncipe azul, imagínese... de dónde le saco un príncipe azul... y con caballo, más encima... hasta la profesora del colegio ya está pensando en reformas educativas y quién sabe cuántas cosas más... ese joven... el tal “Tote”... amigo de su hija, fue sorprendido arriba de un escenario tocando la guitarra y diciendo cuanto disparate se le ocurría... es que deben entender de una vez por todas que no viven en una película... que están en un mundo real... que los príncipes azules no existen... que no son lideres políticos ni estrellas de rock... y su hija está propiciando este fenómeno... señora, yo le ruego que permita que nosotros intercedamos en este asunto... si no es ahora después quizás cuánta gente va estar pensando lo mismo... creyendo que viven en un film, creyendo en los finales felices... en los atardeceres románticos, pensando que pueden dirigir una historia... No, no estamos dispuestos a que más gente siga cayendo en lo mismo... dígame qué piensa... el lunes a las nueve está bien, ¿cierto?... Bueno, la esperamos entonces... ah, y recuerde mis palabras... no vaya a ser que después usted también caiga en lo mismo... recuerde... este es un mundo real... no una película... bueno... igualmente... hasta el lunes.

¡Corten!