Letras
Del membrillo a la guayaba

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I

Descomunal inocencia
puede ser el horizonte
donde el trino de un sinsonte
aguarda su adolescencia.
Se pierde en la transparencia
de mi sueño peregrino
y por cosas del destino
pongo un santo y una vela,
para que una castañuela
le marque el son del camino.

 

II

Del arte por el que vivo
viaja Espinel en mi verso
en cada rima converso
con el hombre, el poeta vivo.
Entre líneas le revivo
poesía que en mi garganta
desgarra, laza, levanta
entreteje con miradas
deseos, pasiones calladas
brebaje, verso que imanta.

 

III

Con un pájaro he cantado
en controversia dispar
yo me pongo a improvisar
cuando él lo tiene ensayado.
Muchas veces se ha burlado
de mi rima favorita
y otras cuando necesita
dialogar libera el canto
en su plumaje de llanto
a un nuevo vuelo me invita.

 

IV

Le dio cabida en su pecho
la historia, a un mambís remoto
llevando en su acero roto
las miserias de su lecho.
Cuido el azul de su techo
cabalgo de frente al sol
y en un tierno caracol
quedó grabado el sonido,
en el último estampido
de un arcabuz español.

 

V

El orgullo del cubano
se multiplica a distancia
ajiaco de la constancia
folklórica de un hermano.
Como el humo de un habano
va emigrando la poesía
multirracial en porfía
que la distancia desgrana
entre mi Cuba, tu Habana
y la mágica Almería.

 

VI

Si adornan la poesía
romances y cascabeles
humedad en los dinteles
de satírica porfía.
Borracha de lejanía
en las mieles del idioma
como un arado se asoma
surcando el sur del Caribe.
Esta india que recibe
diez versos de una paloma.

 

VII

Y pare luces de rima
si la poesía se apaga
bálsamo para la llaga,
mientras un virus se anima
a devolverla a la cima
en su estado natural.
Y una tradición oral
gestora de descendientes,
que en Nahories y valientes
encuentra su pedestal.

 

VIII

Una estrella es lo que quieras
raro espejo de algún poeta
cartero de otro planeta
que sin conocer lo esperas.
Extrañas rimas viajeras
incalculables bombillas
cocuyos en las Antillas
luciérnagas en mi noche
o un espontáneo de-Roche
en metáforas sencillas.

 

IX

En la península ibérica
de árabes y romanos
los íberos son cubanos
regresando de su América.
Dejo la historia colérica
a una dama prematura
sentada en el mar tan pura
para regresar silente
con aires de un continente
que guarda nuestra cultura.

 

X

Tengo de Rondón de Luna
de aceite de oliva y miel
de Góngora y de Espinel
Dulcinea y Fuenteovejuna.
Tengo de estirpe moruna
fenicia, céltica, íbera
de invierno y de primavera
del otoño y del verano
y de un amigo cubano
tengo también su bandera.

 

XI

En la estrella solitaria
dentro de un triángulo rojo
hay una musa en su antojo
primitiva y milenaria.
Sobre la sangre ordinaria
que se perdió en el camino
una luz de lo divino
a cinco puntas escala
y cada punta es el ala
de un trovador campesino.