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Falleció el poeta nicaragüense Álvaro Urtecho
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El pasado 20 de diciembre falleció el poeta nicaragüense Álvaro Urtecho Lacayo, en su residencia de Managua, después de una larga enfermedad. Su cuerpo fue trasladado a Rivas, donde fue velado en el Museo de la ciudad, y desde donde partió el domingo 23 el cortejo fúnebre.

Distintas organizaciones, como la Academia Nicaragüense de la Lengua y el Centro Nicaragüense de Escritores, así como intelectuales de todo el país, expresaron sus muestras de pesar a la familia del escritor, y coincidieron en que “es una gran pérdida para las letras nicaragüenses”.

Poeta, filósofo, intelectual y humanista, Álvaro Urtecho nació en Rivas el 1 de noviembre de 1951. Estudió filosofía y letras en Madrid y Barcelona, España; y humanidades en la Universidad Centroamericana (UCA), de Nicaragua.

Trabajó, entre 1979 y 1983, en la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua como profesor de filosofía y literatura. Posteriormente se desempeñó como investigador literario en el Ministerio de Cultura de su país. En la década de los noventa impartió docencia en la UCA.

Desde 1984 se dedicó al periodismo cultural. Fue editor y columnista de periódicos y suplementos culturales en Nicaragua y en países de Centroamérica. También dirigió, en la última década, segmentos culturales en emisoras radiofónicas nicaragüenses.

Fue galardonado en 1999 con el premio “Rigoberto Cabezas”, otorgado por la Asociación de Periodistas de Nicaragua (APN). Publicó Cantata estupefacta y otros poemas (1986), Cuadernos de la provincia (1994), Esplendor de Caín (1994), Auras del milenio (1995), Tumba y residencia (2000) y Tierra sin tiempo (2007), entre otros.

Con la creencia que la poesía se produce con la emoción más que con la inteligencia y sin negar que es imposible expresar una emoción poética sin recurrir a la racionalidad, Urtecho aborda, en su poesía, tanto la problemática de la vida como muerte y de la muerte como vida; la temporalidad y lo cósmico relacionado con el hombre, así como la problemática del mal y odio humano; la existencia, la maternidad, el amor y la mujer. Se le ha reconocido como el Poeta del Amor, el Ser y el Tiempo.

Miembro del CNE, participó de manera destacada en diversas ocasiones en el Lectorado de los Certámenes de Literatura, así como ponente en los Seminarios Nacionales de Actualización Literaria para Profesores de Secundaria, promovido por el Centro.

En el Día Nacional del Escritor Nicaragüense realizado en homenaje al nacimiento de Rubén Darío el 18 de enero del año 2002, recibió por parte del CNE una placa de reconocimiento en homenaje por la calidad de su destacada vida, labor y obra literaria.

Fuentes: El Nuevo DiarioPrensa LatinaRebelión