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El V Festival de Poesía en la Montaña o la magia de la metáfora

Centro Salesiano

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Como una romería navideña, un puñado de poetas consagrados y noveles emprendieron la ruta hacia las montañas de Jarabacoa, República Dominicana, un fin de semana de diciembre de 2007, para leer sus creaciones, en contacto con la naturaleza verde y fresca. En este evento, que ya es tradición, las montañas sirvieron de escenario a los versos y a la palabra de diversos poetas, quienes compartieron durante dos días en un espacio de cofradía, jolgorio y pasión.

Actividades del festivalDecenas de poetas de todo el país acudieron al llamado de la montaña y los ríos, las mesetas y los valles y compartieron con los poetas del municipio de Jarabacoa, más un público que se dio cita en la fértil y acogedora estancia de los salesianos a disfrutar del evento, acaso el más original de la región caribeña y que habrá de convertirse en modelo a seguir para otras experiencias similares.

Este Festival constituye un eslabón para expandir la solidaridad, la esperanza y la fe en el porvenir no sólo de la poesía, sino del arte y la humanidad, que tanto lo necesita en medio de tantos avatares existenciales, desastres naturales, resentimientos, odios y exclusiones. De ahí que este evento asegure un trampolín para articular acciones de convivencia y tolerancia que deberá crear la conciencia ciudadana, política y moral que demandan los tiempos actuales y que ninguna otra actividad ha podido lograr. Ojalá que sea la poesía el arma que logre cristalizar la utopía que no hemos podido alcanzar con las armas ni con las ideas.

Estos festivales poéticos de la montaña, donde convergen la música y la poesía, la conversación y la pintura, el turismo ecológico y la palabra, tienen como ideal la promoción de “la poesía como alimento del espíritu”, “motivar la práctica del turismo cultural”, “incentivar el cultivo de la amistad y la solidaridad entre los participantes y los asistentes” e “impulsar la poesía para que sirva de canal en la formación de mentes puras con ideales sanos, erradicadores de la violencia y de los instintos permisivos de las bajas acciones”, rezan algunos de sus objetivos.

Los recitales y los encuentros poéticos sirvieron de telón de fondo en los que la imaginación y la creatividad, el humor y la fantasía sentaron sus reales y sacudieron el verdor de las montañas jarabacoeñas, gracias a la iniciativa, al tesón y la pasión que le impone la maga Taty Hernández, inventora de esta fiesta del verso.

Montañas de JarabacoaLos vasos comunicantes, los cadáveres exquisitos, los micrófonos abiertos, la prosa, el verso, los performances y el teatro, hicieron ecos en las montañas para constituirse en técnicas de expresión del cuerpo y la palabra que llenaron de magia, misterio y asombro este weekend tropical, con la presencia de voces poéticas como las de Soledad Álvarez, José Mármol, Ángela Hernández, Plinio Chahín, Nan Chevalier, León Félix Batista, Mateo Morrison, Basilio Belliard, Federico Jovine Bermúdez y voces del exterior como las de Etnairis Rivera de Puerto Rico y Marcelo Morales de Cuba. De igual modo, pudimos escuchar la frescura de poetas como Oscar Peña, Rafael Peralta Romero, Rosa Silverio, Noé Zayas, Lissette Ramírez, Patricia Minilla, Rafael P. Rodríguez, Pedro Antonio Valdez, Rafael García Romero, Eduardo Lantigua (quien vino de Nueva York) Romina Bayo (de Argentina y aplatanada en Santo Domingo), Manuel Llibre Otero, Juan Freddy Armando, Reyson Peralta y poetas provenientes de los talleres literarios de San Cristóbal, Mao, Santo Domingo, Santiago, Jarabacoa y de otros rincones de la isla poética que ascendieron a la cordillera central en un acto de convivencia transgeneracional.

Desde el Gran Jimenoa hasta el Seminario de los Salesianos, los días 8 y 9 se colmaron de vino, celebración, pan, anécdotas, poesía, remembranzas, narraciones y cherchas cotidianas para hacer más eucarístico y ameno el ceremonial literario al que nos convocamos para despedir el año y vernos, según lo anunció su gestora, en agosto de 2008, ya con la creación de la Fundación Festivales de la Montaña, entidad que asumirá la organización del VI Festival. ¡Enhorabuena y felicidades a Taty Hernández por el éxito de este festival poético que, de seguro, se quedará a vivir en la montaña de Jarabacoa!