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Il mare

Así que esto es solo una carta a través del tiempo,
Dos personas solitarias con una mirada más allá de este espacio,
Con unas manos que no son del pasado y que tienen una mente más allá de estos años.

El mar es tan amplio que te hace parecer lejano y pequeño,
Pero eres más grande que él cuando sabes comprenderlo,
¿Qué darías por escribir y ser leído?

Sabemos las cosas que pasaron, pero no las que pasarán,
Si hay una respuesta entre estos mundos tan similares.
¿Qué darías por escribir y ser leído?

Mirar lo ficticio, sentir lo inexistente, escribir lo inescribible...
Las manos siempre caen bajo el peso de una pluma,
Y con los párpados cerrados alzas la mirada al cielo
A ver si ves tus pensamientos.

Sentir la brisa marina correr por las venas, como una palabra
Libre que está volando a otros tiempos...

Mira el otro lado... siente el peso, sostenlo y abre tus alas.
¿Qué darías por escribir y ser leído?

 

La película

Sí, una vez más, otra vez, viene la tristeza...
Por ver lo que veo en estas venas que sienten tu dolor,
Como un puñal que es fantasía, pero que en realidad atraviesa
Como una mirada amiga dañina como un temblor.

En esta escultura de mil grietas tus palabras se deforman
En una canción que retumba en mi mente por el recuerdo
Que sin pensar muerdo y estoy lleno, porque mis ojos se forman
En este paraíso que no he sabido vivir, porque soy mi siervo...

Pero mi espíritu sigue levantándose y mi futuro cayéndose,
Poniéndome más plomo en los pies en un camino prieto,
Poniéndome una mirada elevada al Sol que mis ojos aclarándose
Mienten, que mi sonrisa aparece... pero no están ahí, estoy en un
Aprieto.

Pero dejo el tiempo decidir... Se pone en blanco y negro mi futuro,
El puente es sólido, cuando lo piso es blando, cuando lo toco no existe.
¿Cuál es mi error? Mis labios susurran dañándome como un golpe duro
Directo al vacío que nadie sabe que existe o si mi cuerpo lo resiste.

Antes se llenaban copas de vino, ahora se llenan mis penas,
Ahora se va el encanto de las cosas y las rosas serenas
No me invitan a pasear, su aroma desaparece y perece
En un futuro que mi mano pudo tomar hasta que mi vida algún día,
Sintiese.

 

Rayo ancestral

El cielo cae sobre nosotros,
Sobre nosotros cae el cielo,
En la tarde helada mis ojos
Caen de pena en terciopelo.

El tiempo reposa en la calma,
Mi corazón con fuego se quema.
Mi destino con voces suaves se van,
Vuelven, y se van.

La sociedad me sofoca con sus palabras,
Lentamente el cielo baja y se deshoja.
Llueve en un crespón sin flores olorosas,
Vuelven y se van, como las hojas.

En el marco triste de una pared olvidada,
Una mancha tuerce el paisaje que se asoma,
El sol, triste, se pierde en una escena cansada,
Y el perfume de las flores pierde su aroma.

Los ángeles cantan, los ojos se pierden,
El infinito de redes hace lo que cree.

La espumosa y alta mano de dulces movimientos,
Da más música y alza su tempestuosa mirada.

En la tierra amarga de llantos y más sentimientos,
La peste muerta y verde como la silueta de un árbol.

El surco en la tierra se encorva y se agita,
Más dolor que el tiempo sin sentirse se marchita.