Letras
Poemas

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Mi chola

Celos, temores de tu repentina llegada
Ya no sería más la malcriada niña
Inquieta tristeza olía el aliento
Cuando mamá te paria con pena
Abrí la puerta de la moribunda habitación
Y ahí botada con llanto de inocente mojona
Recuerdo que un trozo de pan con dulce
Arrojé nerviosa sobre tu moreno rostro
Calmé mi furia, susurré una canción
Mí hermana, mi chola, morena, la india
Así te chillaba, así te gritaban
Tristes, largas noches sin pestañear
Sin poder mojar las rotas sábanas
Mentíamos hasta ver llorar el sol
Cuentos de amores, cosquillas en los pies
Dejamos partir la cruel infancia
Historias secretas, tumbas seremos
Odiando el matiz del vino en el cenicero
Hoy te regalo el llanto de mis manos
Tómalas sin miedo, ensúcialas en el charco
Ya no solloces, los lobos se han guardado

(de Tacones bajo la luna, 2007).

 

Composición

Estas enojada, madre, lo sé
aquí abajito, desde las cuerdas de esta mesa
humeo el perfume de tu delantal
aquel que odias tanto como yo
aquel que se enreda en un concierto de ollas
tras el murmullo de las copas
aquel que danza en el vuelo de las sombras
endulzando sinfonías de sal
aquel, aquel que suena en mis plegarias
y arrincona el nudillo de mis lágrimas

(de Tacones bajo la luna, 2007).


Al final del camino

Es allí donde quiero vivir
al final de la calle pintada
en la vid de un árbol ciego
y en la gruta de una iglesia
Elevar mis piernas a la luna
y bajarlas con las campanas
será la mejor sentencia
que danzaré en silencio
Es allí donde quiero vivir
y mudar mis viejas cartas
oler unos dedos teñidos
para columpiar soledades

(de Tacones bajo la luna, 2007).

 

La novia de los muertos

Me complica cuando alguien dice que no existe
que es una soberana mentirilla
que hay que crearla como si fuera de arena y cal
no es verdad, ella está AQUÍ
bajo la pluma de los muertos
entre la vanidad de los vivos
en la envidia promiscua
del egoísmo de las vacas sagradas
bajo mis sábanas, en la risa de mis hijas
en la mirada pérdida de los poetas
que beben con sus amigos
la soledad de los adversarios
Ella silba con su postura maquiavélica
en la peineta de un marica
en la cartera de una prostituta
Es la niña huérfana de las calles
Nos grita que miremos su silueta
nos suplica con la rebeldía
de un arco iris en un jardín
de rosas y ortigas
No sólo han nacido los poetas
para ver bailar las sombras de los ciegos
Ella se ríe en mi espalda, golpea
en las mañanas frías
en las tardes largas
en las noches fatigosas
Dice al oído que la toque
con las yemas de mis dedos
que dibuje su rostro coloquial
que la reconstruya para que no perezca
como muere un orgasmo
sin su cuerpo
sin la risa de una doncella
Ella ha bautizado en mi frente
una deliciosa soledad
un instante de placer
un prosaico romanticismo
Me complica que la nieguen
Existe, vive en todas partes
No ha sido fácil esbozar su imagen
Describir sus quejidos
No ha sido fácil amarla, odiarla
La poesía es una niña complicada
no se conforma con migajas
ni manteles, ni dulces esporádicos
Ella está AQUÍ, la novia de los muertos
que sale inmaculada a reclamar
la sombra de su último cuerpo.

(de En mi último cuerpo, inédito).