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Ola de reacciones levanta el caso del poeta Ernesto Cardenal
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El juicio por injurias y calumnias en contra de Ernesto Cardenal (Granada, 1925) tomó un nuevo giro el pasado 3 de septiembre con la orden del juez suplente Ronaldo Morán de congelar las cuentas bancarias del sacerdote y poeta nicaragüense.

La que calificó de “medida preventiva” tiene el objetivo de garantizar el pago de la multa de 20.000 córdobas impuesta por la sentencia del juez primero de Distrito del Crimen, David Rojas, quien previamente se había desentendido del caso y a quien Morán sustituyó el pasado 1 de septiembre. El juez suplente también dio curso al incidente de nulidad promovido por el defensor del poeta, el abogado Boanerges Ojeda.

Como se recordará, durante la segunda semana de agosto Cardenal emitió en Paraguay, país al que viajó como invitado especial para la toma de posesión del presidente Fernando Lugo, unas polémicas declaraciones en las que acusó de ladrón, entre otras cosas, al presidente de su país, Daniel Ortega.

Días después, el juez Rojas reactivó un antiguo litigio entre Cardenal y el empresario de nacionalidad alemana Inmanuel Zerger, emitiendo la sentencia que lo obligaría a pagar 20.000 córdobas. La reactivación del caso ha generado, en favor de Cardenal, el respaldo de políticos, intelectuales y otras personalidades de Nicaragua y del exterior, entre las que se cuenta el premio Nobel de Literatura 1998, José Saramago, por considerar que se trata de una retaliación inaceptable contra el poeta.

Este viernes 5, el Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh) anunció que solicitará medidas cautelares a favor de Cardenal, luego de que la Sala Penal II del Tribunal de Apelaciones de Managua (TAM) rechazara el recurso de exhibición personal intentado días antes.

La doctora Vilma Núñez, presidenta ejecutiva del Cenidh, informó que la razón que se alegó para el rechazo fue que según el artículo 51 de la Ley de Amparo, no se admite el recurso para las resoluciones judiciales. “Están totalmente equivocados”, advirtió Núñez, “porque confundieron el recurso de amparo contra actos administrativos, al que se refiere el artículo 51, numeral 1, con el de exhibición personal, el cual pretende evitar una detención o que se afecte la movilización del poeta Cardenal”.

Gonzalo Carrión, director del Área Jurídica del Cenidh, explicó que si bien la Ley de Amparo dicta que nadie se puede amparar ante resoluciones judiciales cuando éstas son competencia del judicial, la misma no regula los recursos de exhibición personal.

Según Núñez, antes de rechazarlo o aceptarlo en primera instancia, debieron solicitar un informe al juez recurrido, para conocer el caso, lo cual no se hizo, y fue rechazado de manera inmediata. Consideró la posibilidad de que en realidad no haya sido una equivocación, sino que sea algo deliberado “como parte de la política gubernamental de persecución y presión contra Cardenal”, indicó.

Ante esta situación, Carrión dijo que el Cenidh, que acompaña las acciones legales del insigne poeta, interpondrá un escrito o queja en la Corte Suprema de Justicia, rechazando la resolución del TAM.

Entre tanto, el abogado Ojeda, defensor del poeta, le pidió al juez Morán que reforme la resolución en la que congela las cuentas, y que remita el caso al juzgado local porque de acuerdo con la ley ya no puede actuar. Criticó que el juez Morán haya ordenado la medida citando los números de cuentas y el tipo de moneda en que estaban, sin que nadie se los haya dado, lo que constituye una violación al sigilo bancario.

Según Ojeda, el juez debía enviar una solicitud a la Superintendencia de Bancos (SIB), para que ésta se encargara de ordenar, a las instituciones del sistema financiero, revisar si tenía cuentas, y proceder a congelarlas. “Aunque el juez conociera los números de cuentas no podía utilizarlos y menos hacerlos públicas ante los medios de comunicación”, dijo Ojeda.

Carrión aseguró que están elaborando un documento solicitando medidas cautelares a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos por las diferentes acciones legales que se están tomando en contra de Cardenal.

En reacción por la medida, Cardenal reiteró que se mantendrá en rebeldía y no pagará la multa, pues si lo hiciera sería “cómplice de la injusticia”. Calificó la sanción de injusta y dijo que “sería una colaboración con la injusticia si yo lo hiciera (si pagara), sería cómplice”.

“Me han quitado todo el dinero, pero también me quitan un dinero que es de los niños con cáncer, con quienes yo tengo talleres de poesía”, afirmó al explicar que la suma “congelada” incluye 2.500 dólares donados por el empresario Manuel Lacayo para niños enfermos. Aunque dijo sentirse “tranquilo, porque estoy en manos de Dios”, aclaró que “también me siento como un perseguido, perseguido por todos lados por unos perros rabiosos, como dice el salmo de la Biblia”.

El caso ha desatado una cadena de acciones a favor y en contra del poeta. El lunes 1, el escritor y político nicaragüense Tomás Borge Martínez (1930), quien fuera ministro del Interior durante el primer gobierno de Ortega y es actualmente embajador de Nicaragua en Perú, publicó un artículo titulado “Disparen sobre Daniel Ortega”, en diversos medios de su país y del exterior.

Allí, después de reconocer que Cardenal es “una estrella de primera magnitud en la literatura nicaragüense” y de ubicarlo en un sitial comparable con el de “Rubén Darío, Martínez Rivas, José Coronel y Pablo Antonio”, lo acusa de haber convertido el veredicto en su contra “en su enésimo ataque contra Daniel Ortega” y de haber desafiado la medida judicial “sabiendo que en Nicaragua ninguna persona mayor de 70 años va a la cárcel”.

Borge cuenta cómo la pareja compuesta por Nubia Arcia y Alejandro Guevara era, durante los años previos a la revolución sandinista, allegada al poeta. Al triunfar la revolución, el poeta fue designado ministro de Cultura. “Alejandro Guevara tuvo a su cargo la defensa de la frontera sur en la guerra financiada por Reagan”, continúa Borge; “Nubia se quedó en Solentiname, acogiendo a los peregrinos que buscaban el paraíso. El ‘Hotel Mancarrón’ fue obra de su esfuerzo. Tras la muerte de Alejandro, la comunidad de Solentiname le otorgó a su viuda la concesión del hotelito por los siguientes quince años (hasta que el último de los niños cumpliera la mayoría de edad: el 2010)”.

Posteriormente Arcia se casó con el alemán Inmanuel Zerger, con quien el poeta sostuvo el litigio por el que ahora se le ha condenado. “Hace más de diez años que Cardenal, en su calidad de presidente de la Asociación para el Desarrollo de Solentiname, pretende despojar a Nubia Arcia e Inmanuel Zerger de la gestión del hotel. Se ha valido de artimañas que no están a la altura de su imagen de profeta revolucionario: les ha mandado a cerrar el hotel en varias ocasiones, les ha hecho confiscar el mobiliario, los ha desprestigiado”.

“Hábilmente ha volteado la tortilla y se hace pasar por víctima de la revancha política del presidente. El pleito de Ernesto no es con Daniel, es con la viuda de un héroe sandinista”, concluye Borge.

El miércoles 3, la prensa nicaragüense reprodujo una carta pública de la señora Olivia Silva en respuesta al artículo de Borge. “Querido Tomás: soy la madre del héroe Alejandro Guevara que vos mencionás”, empieza la carta, “y de otros seis guerrilleros y guerrilleras más, y quiero informarte que esa viuda de él que vos mencionás, hizo que dictaran una orden de captura contra Ernesto y contra mí. Y también, por si no lo sabés, falsificó el contrato de administración del hotel, que después ha dicho que es de ella”.

Previamente, el martes 2, la Procuraduría de Derechos Humanos (PDDH) había recibido la denuncia de quienes, asegurando ser representantes de campesinos de Solentiname, acusaron a Cardenal de agredirlos y desmembrar las propiedades de la Asociación para el Desarrollo de Solentiname, que preside el poeta y que tiene su sede en el archipiélago de este nombre, al sur del país.

La misma denuncia fue hecha pública por la portavoz gubernamental y esposa del presidente Ortega, Rosario Murillo, quien invitó públicamente al presidente de Paraguay, Fernando Lugo, para que se apersonara en la zona a fin de “conocer con sus propios ojos la verdadera cara” de Cardenal.

Pablo Antonio Aguilar Sevilla y Arlen Siu Varela, quienes dijeron ser representantes campesinos, aseveraron que el poeta ha realizado diversas acciones legales en su contra para desalojarlos de sus viviendas. Los campesinos fueron acompañados por Nubia Arcia, quien fue directora del Instituto Nicaragüense de Turismo (Intur) y con quien Cardenal enfrenta un litigio por la administración del Hotel Mancarrón, ubicado en la propiedad de la Asociación para el Desarrollo de Solentiname.

Según un escrito público de Cardenal, a pesar de que la asociación dio a Arcia un año de gracia en su contrato de arrendamiento, ella no pagó ni una sola vez, y por esto la asociación se vio obligada a pedir su desahucio en los tribunales.

En la PDDH, Arcia aseguró que tanto ella como sus hijas han venido siendo acosadas y agredidas, durante varios años, por Cardenal. Esto por “reclamar la inversión que realizó en el mencionado hotel, junto a mi difunto marido Alejandro Guevara, quien fue miembro de la Comunidad Ernesto Cardenal y la Asociación para el Desarrollo de Solentiname”. Según sus señalamientos, con la muerte de Guevara comenzaron los problemas.

Sin embargo, otro grupo de personas también pobladores del archipiélago manifestó públicamente su apoyo a Cardenal, en una carta firmada por 38 personas en la que se expresa: “Por este medio nos dirigimos a usted con el único objetivo de hacerle saber de forma personal, que todos nosotros los y las jóvenes de esta localidad no estamos de acuerdo con lo que plantea la señora Nubia Arcia, en cuanto se expresa al apoyo de la población, pues estamos en contra de las demandas que se le están haciendo a usted”.

“Le notificamos que eso que expresa la señora Arcia, que está ‘respaldada por el pueblo solentinameño’, es solamente una falsedad y mentira de parte de ella. Padre Cardenal, siéntase apoyado por todos nosotros y nosotras, los y las pobladores del archipiélago de Solentiname”, termina la misiva.

Otro apoyo al poeta Cardenal fue emitido el lunes 8 de septiembre por el poeta argentino Juan Gelman, quien calificó al autor de Epigramas como “un gran poeta, un gran humanista y un gran religioso”. En su mensaje, Gelman aprovechó la oportunidad para expresar que “le alegra” haber rechazado la Orden Rubén Darío que el gobierno nicaragüense quería otorgarle.

“Por fin puedo expresar mi repudio a este acto contra Ernesto Cardenal de quienes de sandinistas ya no tienen nada y ni al taco del zapato le llegan al gran poeta, al gran humanista, al gran religioso”, aseveró Gelman. “Puedo ahora declarar públicamente que me alegra haber rechazado la Orden de Rubén Darío que ‘Daniel y Rosario’, según me dijo por teléfono el embajador de Nicaragua en Cuba, querían otorgarme. Esos nombres, Rubén Darío, Ernesto Cardenal, seguirán vivos cuando la infamia se apague”, escribió Gelman.

Ese mismo día, 17 miembros de la asociación afirmaron en un comunicado que Cardenal no es dueño, ni nunca ha pretendido serlo, del Hotel Mancarrón, que históricamente ha sido propiedad de la entidad. Agregaron que todas las propiedades que posee la asociación fueron donadas a esta entidad por el poeta, quien a su vez las compró en 1959 a Julio Centeno, padre del actual fiscal general de Nicaragua, Julio Centeno Gómez.

Sin embargo tales apoyos no han impedido que se siga levantando acciones contra el escritor. El procurador general de Nicaragua, Hernán Estrada, informó el miércoles 10 que investigará una serie de denuncias hechas contra el poeta sobre supuestas anomalías en la asociación. Pobladores del archipiélago acudieron a la Procuraduría General de la República (PGR) para solicitar que se haga una auditoría en la entidad.

Estrada dijo que enviará a Solentiname al delegado de la PGR en el departamento de Rivas, a fin de que realice las inspecciones y averiguaciones en relación a las denuncias de los habitantes del archipiélago, que incluyen acusaciones de venta de terrenos y de daños al medio ambiente. El procurador recibió en su despacho a presuntos pobladores de Solentiname que llegaron a acusar a Cardenal por “actividades ilícitas y en perjuicio del ecosistema” en el lugar.

Pablo Antonio Aguilar Sevilla, uno de los lugareños de Solentiname que llegaron a la PGR, dijo a la prensa que, además de la auditoría, piden que Cardenal “se aleje de ese lugar porque impide que las donaciones lleguen a los campesinos de ese lugar”. No precisó de dónde proceden tales donaciones, pero afirmó que la asociación es dueña de varias propiedades y que los campesinos no tienen tierras para sembrar lo que necesitan para elaborar artesanías en Solentiname.

Sostuvo que de esa asociación sólo se benefician pocas personas allegadas a Cardenal, y negó que estén siendo “manipulados o utilizados por el gobierno” de Ortega, porque la lucha por tierras y obtener beneficios de la asociación se remonta a 1998. La asociación que preside Cardenal, dijo también, es dueña de varias propiedades, y pidió que se investigue de quiénes eran esos bienes y de dónde procedía el dinero para adquirir tierras y otros inmuebles.

Entre las reacciones internacionales también se cuenta la de la Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba (Uneac), que en un comunicado emitido el jueves 4 dijo lamentar el conflicto entre Cardenal y Ortega. “Asistimos con pesar a este enfrentamiento en una hora decisiva para el futuro de nuestro continente”, dice el texto de la misiva.

“Habría que preguntarse a quiénes pueden beneficiar estas contradicciones. No hay dudas: sacarán partido de ellas los enemigos de los procesos emancipadores en marcha en nuestra América”, subrayó la organización, añadiendo que expresaba su admiración por “la obra poética, de indiscutible trascendencia” de Cardenal, y destacando “la lealtad que ha mostrado en toda circunstancia” hacia la revolución cubana.

“Ha sido y es una figura entrañable para los cubanos (...). En los años en que muchos renegaron de sus ideas, él dio una lección de coherencia y dignidad. Hoy, cuando vivimos en América Latina momentos de cambios y esperanza, Cardenal ha acompañado estos procesos con su voz y su prestigio”, agregó.

Los intelectuales cubanos resaltaron también que el regreso al poder del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) en Nicaragua “quebró la hegemonía de Estados Unidos en Centroamérica” y “ha venido trabajando en bien de su pueblo”. También acusó a los medios de comunicación de “amplificar” y “manipular” el “lamentable diferendo”.

La misiva de la Uneac fue respondida por la primera dama Rosario Murillo, quien calificó de desinformados a los intelectuales cubanos. “Sólo la desinformación que Estados Unidos aplica a Cuba, Venezuela, Bolivia, Ecuador y Nicaragua puede explicar que nuestros hermanos de la Uneac ignoren la realidad política de ciertos figurones que militan desde hace más de una década en movimientos de las derechas oligárquicas”, expuso Murillo en un escrito entregado a la prensa.

Las actividades del poeta en el campo intelectual no se han detenido, pese a la situación en la que se encuentra. El jueves 4, participó en la elección de la nueva junta directiva del Centro Nicaragüense de Escritores (CNE), jornada en la que propuso al poeta Luis Rocha Urtecho para presidente, siendo secundado por el doctor Carlos Tünnermann.

Rocha, quien terminó electo por aclamación, es uno de los miembros fundadores del CNE y por muchos años fungió como su secretario general. En la nueva junta directiva estará acompañado por Daisy Zamora (vicepresidenta), Mario Urtecho (secretario), Porfirio García Romano (tesorero) y los vocales Francisco Bautista Lara, Karla Sánchez y Onofre Guevara López. Cardenal es desde hace algún tiempo presidente honorario del ente.

Fuentes: AFPDPAEFEEl Nuevo DiarioLa Primera