Así es el amor
La alegría se eleva desde las entrañas de la tristeza
Como de las cenizas emerge una lengua de fuego
Que no ha de cesar
Del volcán irrumpe la hirviente roca
Hacia los poderosos vientos helados de la ventisca
Así es el amor, una sed de besos
Y cuerpos abrasados y desnudos
En la gélida noche
Así es el amor, estrellas fundiéndose
En el secreto gemir que en los aposentos sucede
Allí los cuerpos se hunden uno en el otro
Como ciegas raíces que hincan la tierra
Y en sueños ruedan por el valle
Hasta detenerse en la gran roca
del placer consumado
como una canción hermosa y antigua
que nos deleita un buen rato y poco a poco
va apagando sus notas.
Muerte en plenitud
Afuera quedan la muchedumbre y el desvarío
Aquí quedamos nosotros, solitarios y tenaces
Recorriéndonos a besos
como quien se despide para siempre
como dos añejas botellas
que se envidian y buscan
en la profunda y oscura bodega
yo me alimento en el furor de tu mirada
y tú sucumbes en mis brazos
hermosa y herida amazona
como una niña que se derrumba
hundo mi mástil en tus tiznadas arenas
navego en tus playas
agonizante y sin prisa
para morir de dulce plenitud
aquí yace un amante feliz
entre los escombros de la tibia cabaña
más allá del río, donde acaba el camino.
Nunca esté tan solo
Que nunca esté tan solo que no te vea sonreír
Que nunca estés tan lejos que ya no puedas volver
Y esté la casa alegre y yo te vea suspirar
Que todo esté impregnado de tu hermosa presencia
Como una estación sin pasajeros ausentes
Que tú escuches atenta mis poemas
Que nacen de una alegría donde reinas tú
Y sea plena esa dicha como un silo colmado
Que no se instale entre nosotros el olvido
Y estén siempre nuestros corazones vecinos
Arrebatados de amor en el largo camino
Y yo sea poeta sólo por vivir en ti
Con este amor con que te amo y me hace feliz
Pan nuestro de cada día
“uno que come el pan conmigo, levantará contra mí su calcañar”
Cristo. San Juan XIII, 18
Pan surgido en La Noche de nuestra Edad de Piedra
Pan del verbo que fundó el Universo, Maná llovido del Cielo,
Pan sagrado que alimentó los primeros pájaros
y los que sobrevivieron al Diluvio,
Pan celosamente guardado por Noé en el Arca para el instante de La celebración del Renacimiento del Mundo.
Pan comido en las catacumbas
Pan que se multiplicó ante los ojos de los hambrientos,
Fragancia que sube al cielo como La mirada del orante,
Pan de los querubines ante La mesa de Dios.
Pan que el obrero atesora hasta el mediodía como premio en su descanso,
Pan que se busca en medio de La tormenta,
Pan que el huérfano come debajo del Álamo,
Pan, piel y aroma a acema y miel de Mervarid, La mujer que amo,
Pan Mujer que caliente desborda su queso y su mar de guayaba,
Pan mirada que nos vuelve hermosos,
Pan que voraz mi cuchillo invade,
Pan de Artemisa en su juvenil andanza por los bosques
Pan de los enamorados, partido en exactas mitades.
Pan premio, Pan de amistad, pan solidario
Símbolo del andar de La cultura humana,
Pan de los cocheros en La taberna,
Pan comido en La distancia que separa a los amantes,
Pan variado como el arte: pan de bizcocho, pan de manita,
trenza de queso, pan de La pizza perseguida en La noche,
pan de avena, integral y de leche;
pan de bolita de los grandes momentos.
Pan dado y recibido, pan de La palabra que nos llega de remotos lugares en una botella lanzada al Mar,
Pan de luz que vence La sombra, pan de ágora que vence el abismo,
Pan no en vano aliñado.
Pan que come el Juez antes de su final entrevista con el Reo,
Pan de Sancho, Dulcinea y Don Quijote,
Pan que comió el Leal Cid Campeador en su injusto y valiente destierro y que compartiera con Doña Jimena y sus ofendidas hijas,
Pan de Penélope, Circe y Ulises, Pan en el que caía el llanto de Aquiles,
Pan que comen el Artista, el Poeta y el Amigo,
Pan de “Los Miserables” de Víctor Hugo
Pan que se abre cuando canta el gallo,
Pan eterno que ha estado en humildes y solemnes mesas,
Pan de los humildes de Rembrandt, Millet y Constantin Guys,
Pan del guerrero y del Moribundo, pan del náufrago Robinson Crusoe,
Pan de Miranda en la oscura carraca,
Pan de los desahuciados,
Pan de avena, trigo o centeno,
Pan de los antiguos hebreos, romanos, irokeses, dakotas, hindúes, aztecas, incas, y suizos; pan de los hopies,
Pan del Señor y los Campesinos de La Aldea
Pan de la noche, ganado con el sudor de la frente,
Pan de América, luchado, sudado y ganado; Pan de La dignidad,
Molino de pan junto al viejo arroyo, Molinos de Holanda,
Pan de “El Llano Encantado”, Pan de Valentina Moreno,
Pan del desierto, de La Sierra Nevada, dulce joya Merideña,
Venerable Tahona de La madre de César de Vallejo.
Pan, hogaza esponjosa y tibia,
fragancia que nos trae recuerdos desde La sigilosa infancia: Cuentos a La luz de La vela, silueta del pan frente a La chimenea,
lluvia, neblina y aroma; agradable velada;
Migas de pan dejadas a lo largo del camino por Hansel y Grettel,
Pan que come el gendarme en el lejano faro,
Pan que comiera Jesucristo en La “Última Cena”,
Pan del fugitivo, del ermitaño, del errante, del extranjero,
de La reciente viuda, de La mujer que no vimos ni sabremos su nombre,
Pan en las ávidas manos de un niño,
Pan, palabra de siempre que nuestros hijos pronuncian, pan gustoso y hermoso que sus pupilas reflejan,
Pan diario que las Esposas y las Madres reparten,
Pan de los Agricultores, del Periodista, de Reyes, de la Reina Gabriela,
del Médico, del Abogado, del Boticario, del Atleta, del Educador,
Pan fortuna de un pueblo, pan, agua entre los alimentos,
Pan Sol, Pan Luna, Pan del solitario Poeta en su Guarida.
Pan nuestro de cada Día, dánoslo Señor.
Pan nuestro de cada Noche, dánoslo Señor.
Amén.