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Juan Hernández Ramírez recibió premio de literatura indígena
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El poeta Juan Hernández Ramírez recibió este 26 de febrero, en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México (Unam), el Premio Continental Canto de América de Literatura en Lenguas Indígenas, que entrega la Asociación de Escritores Indígenas, por su libro de poesía náhuatl Tlatlatok tetl (Piedra incendiada), aún inédito.

Nacido en Colatlán, Ixhuatlán de Madero, Veracruz, el maestro Hernández Ramírez escribe poesía en náhuatl, en su variante de la huasteca veracruzana, desde 1992, cuando salió de su tierra natal para integrarse a la Dirección de Educación Indígena. “La poesía como arte siempre me ha gustado, por identidad empecé a hacerlo en lengua náhuatl, que aprendí de forma simultánea al español, pues mis padres se comunicaban en ambos idiomas”, recordó el escritor.

“En México tenemos varias lenguas indígenas muy hermosas; la que más me gusta es la mía. El doctor Ángel María Garibay decía que el náhuatl se parece mucho al latín por su musicalidad, en lo cual estoy de acuerdo”, acotó Hernández Ramírez, un profesor de educación primaria con una licenciatura en educación media en lengua y literatura españolas por la Universidad Autónoma de Tlaxcala y un diplomado en creación literaria por la Universidad Veracruzana.

Ha sido castellanizador, maestro y director de escuela e inspector bilingüe, siempre comprometido con el rescate de valores culturales, artísticos y lingüísticos de las culturas náhuatl, tének, tepehua y hñahñu, con lo cual ha notado lo complicado que puede ser mantener con vida a las lenguas indígenas. Ha impartido cursos y talleres, además de colaborado en publicaciones bilingües y ser cotraductor del español al náhuatl de la Constitución del Estado de Veracruz y otros documentos oficiales.

“La pérdida de la identidad de la cultura provoca también una pérdida de la lengua, debido a la desatención que sufren los pueblos originarios. Parece ser que las políticas económicas van dirigidas a las grandes empresas y se olvidan de los pueblos indígenas, sobre todo los más marginados”, explica. “Con esto, los indígenas tienen que emigrar para tener una mejor situación económica, y en esta migración es natural que se olviden de sus raíces tratando de aprender otra lengua. Y no sólo es español, pues en algunos casos lo dejan de lado para aprender inglés”.

Sobre la dificultad de hacer textos bilingües, comenta que es “totalmente diferente” escribir en náhuatl que en español, “debido a las normas de escritura, la métrica, los ritmos. Una traducción es difícil porque a veces palabras o frases enteras no encajan del todo, por lo cual es necesario no traducir de forma literal un verso, sino preocuparse por trasladar el significado”.

El escritor ha publicado los poemarios Eternidad de las hojas, Avatl ivan sitlalime (Encinos y estrellas), Totomej Intlajotl (La lengua de los pájaros) y Chikome Xochitl (Siete flor), por el cual recibió el Premio Nacional Nezahualcóyotl de literatura en lenguas indígenas (2006).

Fuente: Diario de Xalapa