Letras
Tres poemas

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Constante san

Si cuento los números de mi boleto
escribiré en mi mente tu nombre
quiero decir
lo que significa tu apellido
de origen ruso
y emigrados
que tenían ganas de inventar
una larga historia que despierta la lluvia
             la lluvia no era para los adultos
             la lluvia no debe caer en tus ojos

Entre mis dedos mi boleto
es mi seguro de viajero
que no pierdo porque te quiero
también porque nadie sabe
pronunciar
las veces azules de tu olor
Constante san
tampoco saben dirigirse a ti
como a los cerezos
que rezan en Japón

En este tiempo
“cerezo” significa
“palabra perdida en recuerdo”
Constante san
escúchame
nadie te ha dicho que tu nombre cabe en un té
mucho más caliente
que la pronunciación
pregonada
en cada libro de Kanda

Nadie podrá cercar tu memoria
como las pestañas perdidas
que ya no tienen vuelo
azul precipicio
sin nombre
todos tus deseos
caben en una carta del tarot
para eso no necesitas pestañas
el sabor de las estrellas
son tu seguro de viaje
palabra pegada a los dedos

Si sumas los números de mi boleto
pensarás que todavía existe
una ventanita
y por ahí asomarás cada noche
que ha caído
como las flores de cerezo sobre los ríos.
Constante san
te han mentido
tu nombre significa
caligrafía
de manchitas rojas
en ese recuerdo está
la suma de todos los números
de boletos perdidos
y algunos sueños míos.

 

Poema para Alberto

como un suspiro
que huye ya por nada
sin hacer el menor ruido

sin saber que ha huido de mi propia voz
                                                    no hay pestañas en el fin de mis lágrimas

sé que te extraño
cómo no podría extrañarte
si me alejo de ti
y vuelvo a despertar en un silencio sobre mi sueño

no es del gusto de nadie
mis uñas verdes muy verdes
sólo para la poesía o para algunas hojas
                                                   en donde espero
                                                   escondida
                                                   morada
                                                   pájara
marco el tiempo con las uñas
aunque incómoda
no tengo en las uñas alas de mariposas
sólo este barniz de realidad

verdes
escucho
los miedos más bruscos
ariscos
a cada momento
o me engaño
o me duele la lengua
cuando te extraño
cuando sé que duermes
allá
en esa casa sin barandal
sin ningún sostén