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Poemas

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Homenaje

Mi homenaje no estará entre las rosas
que han de cubrir tu cuerpo hermoso,
no lo hallarán en los cantos de victoria
que escucharán tus oídos rotos.
Tampoco rezaré un rosario por el descanso
de tu alma que urge perderse
entre los montes del cielo.
Mi lágrima no ha de tocarte
en el pedestal de tu muerte,
ni temblará convulso mi pecho
aguardando la despedida.
Mi adiós se vestirá de acero
Y será el escudo presto
para la batalla póstuma
junto a los guerreros nuevos.
Mi homenaje silente serán los huesos
puestos en fila aguardando tu orden
para la conquista de otros eneros.

 

Suicidio

Palomas mansas, acuden
a la tempestad de mis sienes.
Buscan refugio, las pobrecillas,
y abrasadas en el fuego mueren.
La mano pálida en desagravio
al montón de cenizas aprisiona,
fiera y tierna se alza hasta la boca,
la mano entonces besa los labios
y al viento se esparcen... ¡mariposas!

 

Líneas

En el infinito de las líneas de tus manos
se oculta la ternura del tacto invasor.
Danzan sin fronteras sobre los espacios
desnudos desde la piel despeinada
hasta la raíz de la sangre en serenata.
Son enigmas ilegibles sin proclamas ni contratos,
son signos sin huellas las líneas de tus manos
sobre la agreste tempestad de mi cuerpo, santuario
despierto para la plegaria de tus manos.

 

Abrigo

Hijo, en tu busca
se desgastaron mis pasos
y mis hombros, cansados,
temblaron por tus abrazos.
En las treguas para alcanzarte
desdibujé mis huellas de enero,
hice caricaturas de mi esqueleto
y  convenios con lo incierto
y hasta entregué mis banderas
para cobijar tu cuerpo.
Pero mis pies descalzos,
mis hombros temblando,
mis huesos sin estrellas,
mi lengua mutilada
mi Patria en la distancia,
no bastaron para encontrarte.
Dime, hijo, si son ciertas tus lanzas,
si tus hombros son recios,
si tu cuerpo es de acero,
si tus banderas llevan coraza
y si no pesa demasiado tu equipaje a la espalda.
Porque... estoy tiritando
¡Y necesito tanto del calor de tu brazo!
¡Y preciso tanto un lugar para el descanso!
¡Qué tibio estaría si te hubiera encontrado!
Las alas mutiladas de mi pecho
Aún alcanzan para el abrazo.