Letras
Escrito por puñales
Extractos

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Poética

Algunos tienen su luto en las manos
con su puñado de flechas y nervios dispuestos
yo tan sólo una hoja de hierba
llena de voces que relampaguean al aire
como una honda herida abierta
entre la sed y el estanque donde muero
casi al borde del destiempo
donde me escarbo
y resucito en las letras
en el tembloroso reflejo de esta travesía al exilio.

 

Si te fueras

Si te fueras
cambiarían de pronto
las formas y los fondos
configurantes del paisaje
y saldrían de aquí
aletargando el minuto
que nos es concedido
ese gato o ese perro que llevamos dentro.

 

Lejanías

Tu recuerdo cuece todavía
los huesos y raíces donde llueves
y tocarte
es apretar el gatillo
y empezar a dispararle al tiempo.

 

Con todo cuidado

Con todo cuidado
me quitaré los vestidos
y todos los estorbos
los dejaré caer a tus pies
encadenados a su ajena voluntad
y hallaré la palabra
con la que pueda nombrarte
lejos del negligente ritual
o quizá el silencio
más extraño y salvaje
que pueda darle un sentido a los muertos.

 

A veces necesito

A veces necesito sacudir las moscas que me habitan
quitar las insomnes telarañas del tedio
al golpe certero de tu aliento
última certeza para deshacer los laberintos
de mis dudas y complejos
cuando de repente me pides que te escuche
o que te hable sabiendo que mi palabra es torpe
enfermiza por naturaleza
y me hace sin embargo patéticamente libre
atado a la oxidada cadena de mi encierro
ayúdame entonces a presagiar lo inmune de tus manos
para atravesar todas las sombras
que aprenda como tú a perder mis escamas
y ceder mis muros
a la lluvia desatada por tu boca
donde flota mi lengua como un sueño
recorriendo las grietas de tu orilla indefensa.

 

Sólo dame de tus pieles

Sólo dame de tus pieles
para deshacer esta herrumbre del tiempo
y encajar con mis vacíos
inmolándome en tu fuego
humillar los altos muros del desamparo.

 

Ritual

Aquí es donde te busco
lejos de la ciudad
precipitadamente
al eco frágil de mis plegarias
en torno a mi solitario claustro
pero de repente
cuando oigo venir tu nombre
que me eriza los poros
acabo con mis penitencias.

 

Sobredosis

No quiero otra noche sin tu cuerpo
ni otra droga para saciar los vacíos
el viaje es largo
y comienza en las venas
donde mis adicciones te exhalan
y tu recuerdo tóxico invade
el humo caldeado del desierto
donde alucino y te busco
para volar aun con las alas rotas.

 

Cavernas

Guardaría bajo mis sábanas
lo que me queda de tus frágiles vértebras
el remanente de tu voz esparcida entre mis restos
echando lava o espuma por mis cráteres
como una intensa marea
hasta romper en mí la suficiente orilla
donde suelo creer que tú despertarás.

 

Simientes

Es mi palabra que te busca y engendra
como un animal omnívoro y profano
hasta que el silencio deje de serlo
partido a cuchillazos
poblándote de pájaros y árboles
y ardiente materia
para arrebatar tus raíces
y untar cortezas y vísceras
con la primitiva herencia de la nostalgia
bajo un cielo lluvioso
haciendo charco y blando lodo
en la humeante llanura de tu cuerpo
boca abierta al incesante desove de mis larvas.

 

Consigna

Traigo sólo un lento instante
para atravesar la madrugada
por entre sábanas y alambres
un conjuro de uñas
y de dientes
donde por fin
rindas tu estremecido pecho agreste
ante mi roja llamarada.

 

Para las constantes mutaciones

Para las constantes mutaciones
de la especie insurrecta
o para las huestes ignotas
del espiral extravío
o del aniquilamiento
en medio de la manada en errancia
y del inhóspito desierto
bajo una noche cualquiera y sin lámparas
me decido otra vez
por cada átomo innombrable de tu cuerpo
frágil y tenaz
como un lecho ardiente
de inmolados sepulcros
donde mi pródiga lengua ha de clamar
y lamerte el polvo con todos mis muertos.