Tristumbre
Qué monte iba a tener mi lagartija
De todo esto yo soy aquí el único dueño
Ah
remedo del alba
¡Seré de tu tamaño un día!
Grande como lo solo
de tus huesos
como lo quieto de tu cola
Seré
No pregunte nadie
Si tuvo madre, hermanos
esposa
de todo esto yo soy aquí el único pariente
Mi heredad en esta tumba
Todos mis ancestros
La misma tumba
Cuando le apedrearon
Se quedó quieta
Como una piedra rota
“Sólo movía la cola
luego se quedó dormida”
(alguien dijo)
No pregunten ahora
si se ha ido al cielo de las lagartijas
(que son los montes más bellos, los más lejanos verdes)
De todo esto yo soy aquí el único que parte.
Trashumancia
Migrar es el destino de las palabras
Y es lo cierto que algunas resisten su suerte
dejando turbia toda frase
(ah silueta de hombre mudo
qué iba a ser un antónimo en esta residencia)
Migrar es también asunto de lo que miras
(siempre se habla de tal modo)
Qué hacer si al unísono se niegan
si imponen su santa compañía
(remedo de un vigía
estatuas de vieja sal)
Migrar es el verbo de la tierra
y todo lo que en ella parte
se persigna ante lo quieto
Cansado de su nombre
de las miradas que
se aferran a cada sílaba de su cuerpo
inventa el paisano otro verbo
Con un sabor a polvo en la garganta
despierta
en la otra punta del paisaje