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Capturan en España a ladrón de mapas antiguos
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El sujeto, de nacionalidad húngara, residía en República Dominicana y ya había sustraído 67 mapas y otros documentos de bibliotecas españolas.

Z.V., apelativo con el que hasta ahora se conoce al ciudadano húngaro de 47 años que habría robado en España al menos 67 mapas y tratados de geografía de los siglos XVI y XVIII, entre los que se encuentran varios atlas de Ptolomeo de gran valor histórico, fue detenido el pasado lunes 10 de agosto por la Guardia Civil en el marco de la operación Biblión, llevada a cabo en Madrid, Soria, Valladolid, La Rioja, Navarra y Toledo.

La operación se inició en marzo de 2008, a raíz de un robo cometido en la Real Biblioteca del Monasterio de San Lorenzo de El Escorial (Madrid), donde fue sustraído un mapa desplegable de un tratado sobre cosmografía y expediciones geográficas, fechado en 1537 y editado en Basilea (Suiza).

La Guardia Civil no volvió a tener noticias del sujeto —quien no tenía antecedentes penales— hasta que a comienzos de abril de este año se volvió a detectar su presencia en España, pues volvió a cometer varios robos de documentos históricos en bibliotecas de diversas comunidades autónomas.

Fue así como el Grupo de Patrimonio Histórico de la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil empezó a investigar el paradero de esta persona, detectando el 7 de agosto —poco después de que la prensa española anunciara la más reciente de sus fechorías, en la Biblioteca del Alcázar de Toledo— su presencia en un hotel de Pamplona. Allí se procedió a su detención, siendo intervenidos 67 documentos históricos que habían sido sustraídos en diversas bibliotecas españolas.

El detenido, residente en República Dominicana, averiguaba a través de webs las bibliotecas en España donde se custodiaban relevantes documentos bibliográficos de su interés. Provisto de esa información, de pasaportes falsos y carnets de investigador conseguidos aportando la documentación falsa, se desplazaba a dichas bibliotecas para proceder a la sustracción de los documentos que había seleccionado, para lo cual se valía de una cuchilla de pequeño tamaño que camuflaba para burlar los controles de seguridad de los recintos. Luego ocultaba los documentos mutilados en dobles fondos artesanales que previamente había confeccionado y los sacaba de la biblioteca sin que fuera detectada su sustracción.

Entre los 67 documentos bibliográficos recuperados figuran obras procedentes de la Biblioteca Pública de Soria, la Biblioteca Pública de Castilla y León (Valladolid), la Biblioteca Pública Logroño, la Biblioteca de la Universidad de Navarra, el Archivo General de Navarra y la Biblioteca de Castilla-La Mancha.

Según la Guardia Civil, el detenido tenía planeada una ruta para continuar sus robos en otras 28 provincias españolas y en otros países. Tenía plasmado el recorrido en un mapa de carreteras, subrayadas las localidades que tenía previsto visitar, incluyendo las ya mencionadas.

Según su declaración, el detenido —un profesional de la compra venta de vehículos en República Dominicana— no tenía intención de vender los mapas, sino que pretendía darle lustre a su colección privada. Pero los investigadores, incrédulos, están buscando los contactos a los que iba a vender los productos de su actividad delictiva.

Tras conocer el famoso robo de diez mapas ptolomeos en la Biblioteca Nacional de España (BNE) en agosto de 2007, de lo cual informamos en nuestra edición 171, el hombre decidió probar suerte con robos similares, valiéndose para ello de pasaportes y carnés de investigador falsos.

En una rueda de prensa celebrada el pasado 11 de agosto, la consejera de Cultura, Turismo y Artesanía de Castilla-La Mancha, Soledad Herrero, aseguró que el gobierno regional revisará las medidas de seguridad de todas las bibliotecas de la Comunidad.

Acompañada de la subdirectora de la biblioteca regional, Carmen Morales, y del director general de Promoción Cultural de la Junta, Rafael de Lucas, Herrero reconoció “desde la humildad” que este tipo de cosas “pueden pasar”, a pesar de las fuertes medidas de seguridad que caracterizan a este tipo de recintos.

En este sentido, la consejera dejó claro que en la sala en la que presuntamente se cometió el robo es donde habitualmente se consultan los libros antiguos de la biblioteca. Allí, agregó, “no hay ningún ángulo oculto porque las cámaras de seguridad cubren toda la estancia, que además está permanentemente vigilada por varias personas”.

Herrero explicó que este tipo de personas, “que son amantes del Patrimonio cultural”, suelen realizar un trabajo bastante preciso que, en este caso, se llevó a cabo a través de un corte limpio del papel realizado con una cuchilla, por lo que “no quedó ni una huella. Es más, nos dimos cuenta del robo porque el libro estaba paginado —desde el año 2000— y vimos que faltaban dos hojas”.

La consejera agregó que el último robo se produjo entre el sábado 25 de julio y el martes 28 de julio. Detalló que el sábado 25 apareció en la biblioteca regional un hombre “con acento extranjero y buena presencia” que decía ser experto en cosmografía, solicitando la consulta del catálogo de libros antiguos del centro, “que posee uno de los fondos de libros antiguos más importantes”.

Esta consulta, aclaró la consejera, sólo se puede realizar en la sala más segura de todo el recinto, que posee varias cámaras de seguridad y dos agentes vigilando, en todo momento, a las personas que realizan las consultas en libros antiguos. El hombre volvió a aparecer en la biblioteca regional solicitando consultar más libros antiguos, el lunes 27 y el martes 28 de julio. El último día, una de las personas que se encontraban vigilando la sala sospechó del individuo, por lo que fueron revisados los cuarenta libros consultados y se detectó que faltaban dos páginas.

Herrero expresó en este punto su agradecimiento al “extraordinario trabajo” realizado por los agentes y aseguró que el Gobierno de Castilla-La Mancha está “muy agradecido” por su trabajo. También felicitó a los trabajadores de la biblioteca “que percibieron inmediatamente que algo estaba pasando. Algo que no es fácil, ya que muchas veces pueden pasar días e incluso semanas, ellos lo han hecho”.

Fuentes: ABCEFELa Voz de Galicia