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Periodistas venezolanos fueron agredidos en Caracas
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Octavio Hernández, Manuel Alejandro Álvarez, Gabriela Iribarren, Jesús Hurtado, Marco Ruiz, Usbaldo Arrieta, Fernando Peñalver, Marie Rondón, Greasi Bolaños, Gleixys Patrán, César Batiz y Sergio Moreno son los periodistas de la venezolana Cadena Capriles que el pasado jueves 13 de agosto fueron golpeados con puños, palos y puntapiés, por un grupo de afectos al presidente Hugo Chávez Frías.

El grupo de comunicadores se encontraba en la céntrica avenida Urdaneta de la capital venezolana repartiendo al público volantes en los que expresaban su desacuerdo con el artículo 50 de la Ley Orgánica de Educación, que ese día estaba siendo discutida en la Asamblea Nacional (AN) y que fue aprobada la madrugada del viernes.

El artículo en cuestión establece en uno de sus apartados que los medios de comunicación “están obligados a prestar su cooperación a la tarea educativa y ajustar su programación para el logro de los fines y objetivos consagrados en la Constitución y en la presente ley”, y agrega que, a petición de los órganos rectores en materia de educación, un medio podría ser objeto de “suspensión inmediata” si dichos órganos determinan que sus contenidos producen “terror en los niños, inciten al odio, a la agresividad, la indisciplina, deformen el lenguaje y atenten contra los sanos valores del pueblo venezolano, la moral y las buenas costumbres, la salud mental y física de la población”.

Los periodistas agredidos han relatado que mientras se encontraban en la avenida Urdaneta, hacia las 2 de la tarde, fueron abordados en primer lugar por un hombre con identificación del canal Ávila TV. “Se nos acercó con una actitud violenta y nos dijo que ese era una espacio chavista y que nos debíamos marchar; luego se le unieron otros manifestantes del gobierno y con palos nos empezaron a perseguir y a amedrentar para ahuyentarnos”, detalló Patricia Marcano, una de las periodistas de la Cadena Capriles.

Tamoa Calzadilla, otra periodista del grupo, explicó que “los periodistas de los medios de la Cadena Capriles bajaron hasta la avenida Urdaneta de forma pacífica, con carteles, para protestar contra el proyecto de Ley de Educación que incluye sanciones para los medios de comunicación. Cerca de las 2 de la tarde fueron emboscados por un grupo de simpatizantes del gobierno, algunos de ellos identificados como presuntos trabajadores de la televisora Ávila TV. Con palos, golpes y objetos contundentes fueron heridos 12 colegas que trabajan para Últimas Noticias, El Mundo Economía y Negocios y Líder, entre otros productos”, especificó.

Los periodistas fueron atendidos en la Torre Capriles por equipos de primeros auxilios, pero cinco de ellos tuvieron que ser ingresados en una clínica para su cuidado y recuperación. Los médicos confirmaron que los heridos presentaron politraumatismos craneales y faciales de leves a moderados.

Ubaldo Arrieta, uno de los periodistas lesionados, ratificó que mientras repartían volantes, un grupo de hombres y mujeres que se decían “defensores del pueblo” señalaron que ese era su territorio. “Nos gritaban que éramos defensores de la oligarquía, mientras nos golpeaban. Nosotros estábamos simplemente manifestando en contra de la Ley de Educación... y aquí está la primera consecuencia de esta ley”.

Otro periodista, Fernando Peñalver, también narró los hechos. “Simplemente íbamos a hacer una sesión de volanteo, no teníamos planteado interrumpir el tráfico automotor. Yo trabajo en la fuente de deporte, no conozco a las personas de esa fuente. Explicamos a las personas que sólo teníamos una manifestación pacífica, pero ahí mismo recibí un impacto con un objeto contundente en el parietal derecho, y me diagnosticaron una fisura...”, explicó.

Ese mismo día, el director de Últimas Noticias, Eleazar Díaz Rangel, exigió a las autoridades policiales y judiciales “máxima celeridad” en la investigación de los hechos y transmitió la “indignación generalizada” de la comunidad periodística de la Cadena Capriles por las agresiones.

Díaz Rangel manifestó su “muy enérgica condenatoria a ese atropello salvaje que cometieron contra periodistas de Últimas Noticias en el momento en que estaban en la avenida Urdaneta expresando su posición contraria a la Ley de Educación e inesperadamente fueron acosados, atropellados, y hasta pateados algunos de ellos, había damas, sin ninguna razón”. Destacó que la agresión se produjo “sin ninguna causa justificada. En este caso, no había cobertura de ningún acto, sino participación como cualquier ciudadano”.

“Esto merece el repudio de todos, incluyéndome; imagino que de los partidarios de la ley, y que no sólo las autoridades tendrán que investigar y determinar con la mayor celeridad posible para ver quiénes son los responsables, sino que debe haber pronunciamientos que condenen esta salvajada que han cometido contra los periodistas que estaban pacíficamente allí en la avenida Urdaneta”.

Varios de los comunicadores señalaron que en el lugar se encontraba el concejal oficialista Richard Peñalver, quien habría dicho que no podía interceder puesto que los agresores “estaban muy violentos y fuertemente armados”.

El mismo día del hecho, efectivos del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (CICPC), a cargo del comisario José Azuaje, tomaron declaraciones a los periodistas agredidos y a otros testigos, y realizaron una inspección en el edificio Phelps, donde funciona la televisora oficialista Ávila TV, en vista de que los testimonios recogidos insisten en que los agresores salieron de dicho edificio.

Ha trascendido que al menos tres de los agresores están identificados. Extraoficialmente se supo que las averiguaciones adelantadas por funcionarios del CICPC, sustentadas en los testimonios gráficos, condujeron a los nombres de Jorge Enrique Vásquez, empleado de Ávila TV; y a Llafrancis Colina y Carlos Andrés Pérez, pertenecientes a la Fundación Simón Rodríguez.

Los detectives acudieron al edificio Phelps con las fotos tomadas en el sitio del suceso y con ejemplares de la prensa del viernes 14, para indagar quiénes eran los agresores. Luego de tomar declaraciones y comprobar mediante la nómina del personal se determinaron responsabilidades por lo menos en los tres ciudadanos mencionados.

En un reportaje publicado este domingo 16, Últimas Noticias mostró las fotografías tomadas durante las agresiones, y que ya están en poder del CICPC para la investigación correspondiente pues aportarían datos determinantes. El sábado 15, según indica el mismo reportaje, la Fiscalía General de la República (FGR) informó sobre la detención de Gabriel Jesús Uzcátegui, quien habría sido aprehendido en Pinto Salinas, un sector de Caracas. La FGR asignó al caso a las fiscales Johanna Peña y Luisa Fayad.

El viernes 14, periodistas de diversos medios protagonizaron una marcha de protesta por los hechos. Los comunicadores se congregaron ante la Fiscalía General de la República, donde exigieron a su titular, Luisa Ortega Díaz, una investigación minuciosa sobre las agresiones. Allí los recibió Alejandro Castillo, director de Actuación Procesal del Ministerio Público, quien entregó a William Echeverría, presidente del Colegio Nacional de Periodistas (CNP), una lista de las diligencias practicadas por su dependencia.

Sin embargo, al salir de la reunión Echeverría manifestó ante los periodistas congregados en la calle su desconfianza respecto a las investigaciones. “El gremio de los periodistas venezolanos está consternado; hoy hemos asistido a la Fiscalía como sólo un mero trámite, esto es un símbolo nada más, el venir a la Fiscalía. Debemos decirlo: no creemos en las investigaciones que realiza la FGR porque no es la primera vez que venimos a denunciar agresiones en contra de los periodistas”.

Por su parte, José Gregorio Salazar, secretario general del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa (SNTP), leyó allí mismo un comunicado: “¿Qué está esperando el señor Presidente de la República para enviar un mensaje claro y definitivo a quienes creen que la violencia que arrojan sobre sus semejantes por el solo hecho de pensar diferente es hacer labor de patria o una meritoria acción revolucionaria?”, se preguntaba.

Luego la marcha se movilizó por el centro de Caracas, pasando por la esquina El Chorro, donde se encuentra la Torre Ministerial, luego por la Asamblea Nacional, la Cancillería, el Banco Central de Venezuela y el Ministerio de Educación, hasta desembocar en la Torre La Prensa, sede de la Cadena Capriles.

Ese mismo día, en declaraciones emitidas a través del canal Venezolana de Televisión (VTV), la fiscal general Luisa Ortega Díaz rechazó y condenó las agresiones y reiteró que se había designado una comisión especial para que investigue todo lo relacionado con estos hechos, a fin de determinar las responsabilidades y sancionar a los autores.

Dijo que había conversado con Eleazar Díaz Rangel, director de Últimas Noticias, y que éste se había comprometido a enviarle un conjunto de evidencias y fotografías mediante las cuales se podía determinar la identidad de algunos de los agresores.

Ortega Díaz afirmó que con esas evidencias se podrían producir las primeras detenciones, pues además, también se habían realizado ya las entrevistas a los periodistas agredidos. “Nosotros repudiamos ese hecho. Apenas tuvimos conocimiento, designamos un fiscal nacional y un fiscal del Área Metropolitana de Caracas”, explicó.

Sin embargo, acusó a los periodistas que participaron en la marcha de haber actuado “más como voceros políticos que como periodistas, por lo que deben renunciar a sus cargos de periodistas”. Resaltó que no había recibido a los periodistas “porque yo tengo una agenda, el Ministerio Público recibe a todo el que llega allá, lo que no puede la fiscal es atenderlos a todos personalmente”.

Además, señaló que en “todos los casos que llegan a la Fiscalía tenemos el mismo interés en que sean esclarecidos, nunca hemos tenido intenciones de no atender a las personas”. Explicó que su despacho ya tiene “mucha claridad sobre cómo ocurrieron los hechos y en los próximos días estaremos tomando algunas decisiones en ese caso”.

Pese a los resultados preliminares de las investigaciones, el sábado 15 los trabajadores de la televisora Ávila TV exigieron a la directiva de la Cadena Capriles un derecho a réplica para defenderse de las acusaciones que pesan en su contra.

En declaraciones ofrecidas desde la sede del canal, el periodista Oswaldo Rivero, junto a sus compañeros Pedro Carvajalino, Paulina Morena y Carlos Echeverry, negó que trabajadores de la televisora fueran los responsables de los hechos.

“Nosotros repudiamos y rechazamos esas acciones violentas contra los trabajadores de la Cadena Capriles, pero también negamos que nosotros hayamos participado en ellos. Por eso exijo a la Cadena Capriles nos dé el derecho a réplica con el mismo centimetraje que utilizaron para exponer y dañar nuestra imagen”, aseveró.

En ese sentido, agregó que fueron los manifestantes opositores quienes generaron focos de violencia hasta en cinco puntos del casco central de la capital, y denunció que hubo grupos ubicados estratégicamente en la avenida Urdaneta, la avenida Universidad, la plaza O’Leary y las adyacencias del Capitolio, que acompañados por cámaras de un canal de televisión privada, estaban incitando al odio y a la violencia.

“Nosotros, en otras oportunidades, hemos entregado a la Fiscalía General de la República videos y pruebas contundentes de estos abusos cometidos por sectores radicales de la oposición, pero generalmente ignoran el material que presentamos”, acotó Rivero.

El mismo sábado, la Defensora del Pueblo, Gabriela Ramírez, declaró a la prensa que la agresión sufrida por los periodistas está siendo usada como “argumento” para que un medio de comunicación “masifique y polarice” a la ciudadanía.

“La generalización sobre la base de un hecho coyuntural, una confrontación que lamentablemente derivó en doce periodistas heridos, está siendo un argumento para que un medio de comunicación masifique y polarice, y después responsabilizan de la polarización al liderazgo político del país”.

Por esa razón la defensora llamó a los medios a que en vez de “exacerbar las diferencias” promuevan la tolerancia y el debate sobre la base de la “idea, el argumento y no la exacerbación”.

Fuentes: ABNEl CarabobeñoEl NacionalGlobovisiónRNVÚltimas Noticias