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Recuerdan en Chile el viaje del carguero Winnipeg
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Porciones de tierra de distintas comunidades de España se esparcieron el jueves 3 de septiembre sobre la tumba del poeta chileno Pablo Neruda, frente al Océano Pacífico, en homenaje a su gestión para refugiar en Chile a unos 2.000 españoles que huían de la guerra civil, hecho del que se cumplen setenta años.

Supervivientes del carguero Winnipeg —barco que llevó a Chile a más de 2.000 refugiados españoles—, y sus descendientes, llegaron hasta la casa del Premio Nobel de Literatura 1971, donde también descansan sus restos, y desfilaron frente a su tumba. Según explicó el pintor José Balmes —quien viajó en el Winnipeg cuando tenía 12 años— de los 2.000 inmigrantes sobreviven actualmente unos 180.

Del homenaje también participó el Coro Vasco, que precisamente tuvo su origen a bordo de la embarcación y cuyos nuevos integrantes lo han perpetuado hasta la actualidad.

La casa de Neruda —una de las tres que poseía en Chile— se ubica en un acantilado frente al Océano Pacífico en Isla Negra (110 kilómetros al oeste de Santiago), región de Valparaíso, en la zona central de Chile, y hoy está convertida en museo. Allí se hicieron proclamas en favor de Neruda y en contra del régimen de Francisco Franco, quien lideró el golpe militar en España que desembocó en la guerra civil española (1936-1939), y de la que ellos debieron huir.

El miércoles 2, la presidenta chilena, Michelle Bachelet, agradeció en el Palacio de la Moneda el aporte que los inmigrantes españoles han hecho a la cultura chilena. “A todos ellos les debemos parte de la fisonomía que Chile ha llegado a tener hoy”, dijo la mandataria en una ceremonia de conmemoración.

Bachelet citó a Neruda en el sentido de que el rescate de los refugiados españoles fue la obra más importante de su vida. “Las peores guerras son las guerras civiles” por tratarse de guerras entre hermanos, dijo la presidenta de Chile, quien además expresó que “el sentimiento solidario movió montañas. Chile se convirtió en tierra de adopción de quienes lograron escapar”.

Precisó, sin embargo, que muchos de ellos, años más tarde, tuvieron que sufrir un nuevo doble exilio. La mandataria dijo que los chilenos observan la experiencia española “para ver cuánto de aquello podía ser de gran utilidad a la hora de reconstruir la democracia y la transición a la democracia en nuestro país”.

Para encarar sus gestiones, Neruda fue designado cónsul para la emigración española en Francia por el presidente chileno de la época, Pedro Aguirre Cerda. El poeta agrupó a los refugiados —quienes permanecían en campos de concentración franceses— hasta que el 3 de septiembre de 1939 zarparon del puerto de Trompeloup, en Francia. La travesía hacia Chile duró un mes.

Fuentes: AFPPrensa Latina