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Presentan en Venecia filme sobre Federico García Lorca
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Laura García Lorca: el poeta es una víctima más.

Un emotivo recuerdo al poeta español Federico García Lorca (1898-1936) planeó sobre el Festival Internacional de Cine de Venecia, en el que el director español Pere Portabella presentó este sábado 5 de septiembre su filme Mudanza.

De veinte minutos de duración, la película recoge, con sonido ambiente y sin ningún tipo de diálogo, el traslado de los objetos que alberga la Huerta de San Vicente, residencia de verano de los García Lorca en Granada, para acoger la exposición temporal “Everstill/Siempre todavía” en ese mismo lugar, que es hoy la Casa-Museo Federico García Lorca.

El filme, que se exhibe dentro de los eventos paralelos de la sección “Orizzonti” y que se proyectó este sábado por primera vez para el público de la Mostra, fue presentado por el propio autor, a quien acompaña en Venecia la sobrina del poeta, Laura García Lorca, sensiblemente emocionada con este homenaje.

“Ha sido la Fundación Federico García Lorca la que me hizo la propuesta de hacer esta intervención, y he aceptado por dos razones fundamentales: porque García Lorca es un personaje del arte contemporáneo y porque ha sido una figura de referencia en la Guerra Civil española”, dijo Portabella durante la rueda de prensa de presentación de la cinta.

“Estos elementos han sido decisivos para que me decidiera a hacerlo, y además el hecho de que he sido productor de una película de (el director español Luis) Buñuel, muy próximo a García Lorca. En definitiva, ha sido un privilegio”, añadió.

La cinta de Portabella es una película de símbolos y de vacío, de silencio, para conseguir que el espectador alcance su propia interpretación particular de las imágenes y rinda su propio homenaje al poeta. “La idea era dejar el vacío para que todo visitante pudiera hacer su propia interpretación. El cine tiene la tendencia de llenar de ruidos que explicitan los pensamientos. Y yo creo que el espectador debe hacer y terminar la historia según sus experiencias”, comentó el cineasta.

Y a esa nada se llega después de observar cómo durante veinte minutos un equipo de mudanzas desaloja la casa en la que García Lorca solía pasar sus veranos, hasta quedar completamente vacía y en silencio, tras lo que se dará paso al almacén en el que serán guardados los recuerdos de la familia.

Todo en las imágenes de Mudanza contiene un significado y un sentido que va más allá del mero retrato audiovisual con movimientos de panorámica y de “steady cam” del traslado de unos objetos que aún hoy siguen emocionando a Laura García Lorca y a su familia.

De entre todos los símbolos, destaca la ausencia de cualquier diálogo o música, ya que el sonido ambiente es el único acompañante del espectador en este paseo por los recuerdos de uno de los más importantes literatos españoles.

Los gritos de unos niños que parecen provenir del jardín de la Huerta de San Vicente o el canto de unos pájaros que se agolpan fuera de la casa serán los introductores del público en este paseo por la residencia de verano, para después dar paso, progresivamente, al más absoluto silencio.

Simbólica es también la manera en la que un retrato del poeta es sacado de la casa: un especial y cuidadoso embalaje sirve, según explicó el propio Portabella, para ofrecer a García Lorca esa especie de entierro simbólico y formal que nunca llegó a tener. Al menos esto es lo que el cineasta ha querido que interprete su público.

Y junto al cuadro, el piano de cola, que es sacado de la residencia de verano de la familia de un modo muy cuidadoso y que termina en un almacén junto al resto de objetos, entre los que destaca también una cama, símbolo del sueño eterno al que obligaron al poeta con su fusilamiento en los primeros meses de la Guerra Civil española (1936-1939).

Mudanza es la respuesta audiovisual que Portabella, quien preside el jurado de la sección “Orizzonti” en el Festival de Venecia, dio a la invitación del comisario Hans Ulrich Obrist para participar de algún modo en la exposición temporal “Everstill/Siempre todavía”.

A pesar de su breve duración, las imágenes del vaciado de la casa en la que el poeta veraneaba en Granada aún siguen emocionando a su sobrina y dejan en la Mostra veneciana algo de un artista, según Portabella, “de trascendencia internacional”.

La sobrina del poeta aprovechó la presentación del filme para hablar con la prensa sobre la inminente exhumación de sus restos, e insistió en que no se debería distinguir al poeta del resto de las víctimas de la represión franquista.

Con el conflicto abierto sobre si deben exhumar los restos de la fosa de Alfacar y cuando faltan unos días para que los tribunales andaluces se pronuncien sobre el tema, Laura García Lorca explicó que ese lugar “es un cementerio, donde los cientos o miles de víctimas son iguales. Creemos que en ese lugar no se debería destacar a Federico García Lorca. Ahí es una víctima más”.

Desde el respeto a la decisión que se tome y con la conciencia de que algunos familiares quieren recuperar los restos de sus antepasados para enterrarlos, la sobrina del poeta comenta que en la fosa en cuestión no se sabe si hay mil o 2 mil fusilados. Es por ello que pide en primer lugar una investigación más amplia.

“Nos gustaría”, dice, que la fama y fuerza de García Lorca “sirvieran para proteger ese lugar y proteger a todas las víctimas de la misma forma. Para nosotros no supone ningún consuelo el saber si sus huesos están cien metros más allá o más acá”, agregó. “Si empezamos a entresacar restos en ese cementerio, de alguna forma se desvirtúa ese lugar de memoria civil y común”.

La sobrina del poeta pidió además una reflexión sobre lo que significa empezar a cavar literalmente, pues habrá gente que pueda aportar muestras para hacer las pruebas de ADN, pero “¿qué ocurrirá con los restos que no se puedan identificar? ¿Se trasladarán a otra fosa común?”, planteó.

Fuentes: DPAEFE