Letras
Salmos para habitar la vida

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Y sigue el primer acto

Soy un desencuentro
camino
me alimento
                    y  a veces
soy eco
amoroso, descuidado
hasta valiente

La mesa sigue vacía
es un escenario
que se repite
como si no tuviera oficio

sin verde

con ropa que espera
a que un día
vuelvas
             para irse

 


 

Cuerpo
dónde estás
por qué huiste para servirle

Cuerpo
despojado, deshojado
la ropa colgada
ni ella te cubre.

Bondadoso me resistes
atisbas el presente

el viento se llevó tu morada
esas manos no existen
están atadas
para no tocar su desamparo

ahogadas
en una huelga que no es la tuya

 


 

Quedarme sin boca
ser piel que no diga nada
hacerme viento
agua que corre
pájaro

y volver a mi
átomo fiel
devolviéndome
cada uno de mis órganos
aquellos que di en tutelaje.

Volver
como única respuesta

 


 

Soy el sur
              lo náufrago
aquello que desborda
el vértigo
de tantas noches sin ti.

 


 

La procesión es larga
a veces
arde
no desea ser memoria de otros pasos
resiste
en su último aliento.

 


 

Ser soplo
que despierte señales
deslizar esta ternura que me agota

entre tu vértice
y este cuerpo

un montón
de separadores incorrectos
abruptos
que ocupan lo posible

a veces
me desborda
esto de sentirte
mis pobres cerrojos
se duelen
              se burlan

entonces
mis dedos
se confunden
y tu cuerpo
                tu cuerpo
aparece
tránsfugo de mí.

 


 

Este tiempo de lluvias

aparece como lejano caminante
que siempre vuelve

no estás
es domingo
y no sé qué hacer
con tanto des
                     uso

lluevo
las gatas esperan
a que vuelva
                   me miran
y siguen los pasos que me habitan
mientras
suenan, suenan
sus estómagos

lo sé
pero llueve
y no estoy lista.

 


 

Volverán las amapolas
miraré el verde

hacia dónde van mis pasos

estoy de mudanza

Este tiempo no es ciego
la oscuridad apremia
y no sé
en cuál encrucijada me encuentro
ni lo que me toca dejar

mi maleta quiere aliviarse
sostener lo necesario

un espacio para dormir
darme de comer
y el roce de la sombra

exhalar
ser fruto para la vida.

 


 

Transito

tus ojos
veloces
sin dueño

y no estás

Eres un cuerpo
que deshabita mis calles
una sombra
deletreando las esquinas

Esta ciudad
no detuvo el reloj
ni el teléfono dejó de sonar
deambula

haciéndose
en lo imperceptible

tal vez
en lo único cierto

 


 

Es cuarentena

las aves retornan
la tierra purifica sus frutos
mi vientre recubre la herida.

Este tiempo no tiene ecos
la cigarra
aún no canta
sigue anidada

Ser un pedacito de lumbre
una esfera
un acorde

en abandono

 


 

Vuelo
hacia otro norte
un sin fin de moradas
luz nueva

Tu
Visionando

El vértigo
se escurre entre mis manos
aún

 


 

El Sur

Hacia el norte
silencio
que la verdad cuente

tejo mi lumbre

rehaciendo
paso a paso
lo que está
a prueba
aquello

que no sé

 


 

Seguir en la
de
construcción
sin corta pasos
sólo rumbos

El agua no acepta reparos
ilumina, se extiende
topa y prosigue

el estiércol es de la tierra
no es necesario buscar amarras
ni tejidos de brujos

lo que viene
está dicho
sólo encontrarlo
darle forma

para habitar la vida.

(Este poemario obtuvo en 1998 una mención en el Concurso Anual de Literatura Poeta Pedro Buznego, organizado por la Casa de la Cultura de El Consejo, estado Aragua, Venezuela).