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Se apagó la Voz de América, Mercedes Sosa
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La cantante argentina Mercedes Sosa murió a las 5:15 de este domingo 4 de octubre a los 74 años de edad. Víctima de un problema hepático, sufrió en los últimos días una disfunción renal con complicaciones cardiorrespiratorias. La llamada “Voz de América” y también “La Negra”, estuvo internada desde el 18 de septiembre en una clínica de Buenos Aires. Entró en coma el jueves 1 de octubre, y el viernes 2, cuando los médicos determinaron que no podrían salvarla, recibió la extremaunción.

“Canción con todos”, “Alfonsina y el mar”, “Gracias a la vida”, “Como la cigarra”, “La maza” y “Duerme negrito” son algunas de las canciones que convirtieron a Mercedes Sosa en la voz emblemática de Argentina y de Latinoamérica.

El domingo, la despedida del pueblo argentino se hizo patente con una fila que abarcaba más de medio kilómetro desde el Salón de los Pasos Perdidos del Congreso de Argentina, donde se inició el velatorio a las 12 del día. Miles de seguidores esperaron durante horas para entrar a la sala donde, tras un cordón, reposaba el cuerpo de la artista, y circulaban sin detenerse ante el cajón abierto, separado del público unos metros.

El viernes le habían dado la extremaunción y sus familiares difundieron un mensaje tranquilizador a sus fanáticos: “Está en paz y no sufre ni sufrirá”, dijo su hijo, Fabián Matus. En el comunicado con el que anunciaron su muerte, fueron los mismos parientes quienes la calificaron como “la más grande artista de la música popular latinoamericana”. Sus restos serán cremados hoy en una ceremonia íntima en el cementerio de Chacarita.

En los días previos, Matus insistió en que su madre no había tenido ningún dolor ni sufrimiento. “Son instantes de oración, esto tiene que ver más con una situación de vida. Ella ha vivido a pleno sus 74 años, hizo prácticamente todo lo que quiso. Mercedes siempre ha sido un símbolo de libertad. Ahora, nosotros, la familia, pedimos solamente ser nosotros los que estemos a su lado”.

En la esquina del Palacio Legislativo los integrantes de la Federación Juvenil Comunista (FJC) pegaron sobre las paredes papeles en blanco, pusieron fibras que todos usan y nadie lleva, y crearon un espacio improvisado para quienes quieran dejar sus testimonios. Una bandera de la federación, en tela roja pintada con aerosol, ubicada sobre uno de los vallados que impiden el acceso al tránsito, rezaba: “Gracias a tu vida, que nos ha dado tanto”.

Al velatorio se presentó la presidenta de Argentina, Cristina Fernández, con rostro adusto y vestido negro, acompañada por su esposo y antecesor, Néstor Kirchner, y su jefe de Gabinete, Aníbal Fernández. La mandataria acarició las manos y el rostro de una cantante que fue su amiga personal y que la apoyó incondicionalmente en su carrera política.

También se abrazó al hijo, la nieta y el sobrino de Sosa, y lloró cuando un coro espontáneo interpretó la sentida zamba “Lunita tucumana”, dedicada a la provincia en donde la artista nació hace 74 años. La mayoría de sus ministros ya se encontraba en el Salón de los Pasos Perdidos, el lugar que fue elegido para rendirle un último homenaje a la querida artista, cuya muerte conmocionó a miles de personas.

Fernández adelantó su regreso a Buenos Aires, ya que se encontraba en la patagónica provincia de Santa Cruz, en donde suele descansar los fines de semana. Apenas aterrizó en la capital, la presidenta firmó el decreto para declarar un duelo nacional por la muerte de “La Negra”, por lo cual hoy las banderas de los edificios públicos se colocarán a media asta.

El canciller Jorge Taiana reveló que había recibido llamados de condolencias de la mayoría de los países latinoamericanos. “Mercedes fue una gran embajadora de la cultura argentina, el sentimiento de pesar nos trasciende a nosotros, hay una conmoción muy grande en la región”, dijo.

Sosa trabajó con todas las grandes figuras del folklore latinoamericano, pero también con los otras generaciones más jóvenes. Este año lanzó Cantora, un disco doble con un DVD que rápidamente trepó a los primeros puestos de los rankings locales y recibió tres nominaciones a los Premios Grammy. Pese a haber fallecido, competirá el próximo 5 de noviembre en la categoría folklore con Kimba Fa, de la peruana Eva Ayllón, Folklore, de la también argentina Soledad, Ya no le camino más, de Walter Silva, y D’palo pa’rumba, de Muñequitos de Matanzas.

En este último trabajo, Sosa grabó canciones junto a los músicos más reconocidos de la escena iberoamericana, como Joan Manuel Serrat, Luis Alberto Spinetta, Caetano Veloso, Shakira, Gustavo Cerati, Charly García, Calle 13 y Joaquín Sabina. Sus problemas de salud le impidieron poder presentarlo públicamente en un show.

Nacida en San Miguel de Tucumán el 9 de julio de 1935, Haydé Mercedes Sosa inició su carrera a los quince años con el seudónimo de Gladys Osorio. Radicada en 1957 en Mendoza en los años cincuenta a raíz de su casamiento con el músico Manuel Oscar Matus, con quien tuvo dos hijos (Fabián y Ada), lideró junto a su esposo, y Armando Tejada Gómez y Tito Francia, el movimiento de la nueva canción desarrollado a mediados de los años sesenta, que en Argentina se llamó Movimiento del Nuevo Cancionero.

Aunque pasarían inadvertidos sus dos primeros discos, La voz de la zafra (1962) y Canciones con fundamento (1965), este último se volvería con los años el disco emblemático del Nuevo Cancionero. La consagración popular le llegó ese año de 1965, cuando Jorge Cafrune la invitó por iniciativa propia a subir a cantar al escenario del Festival de Cosquín, el más importante de su país.

Por esa época lanzó con su voz la obra de los compositores tucumanos Pato Gentilini, el Chivo Valladares y Pepe Núñez, inmortalizando canciones como “Tristeza de los Hermanos Núñez”. En 1967 hizo una exitosa gira por los Estados Unidos y Europa y en 1970 incluye, en su disco El grito de la tierra, el tema “Canción con todos”, de Armando Tejada Gómez y César Isella, que ha sido considerado como el himno de América Latina.

A comienzo de los años 70 publicó dos discos conceptuales en colaboración con el compositor Ariel Ramírez y el letrista Félix Luna: Cantata sudamericana y Mujeres argentinas. También hizo un tributo a la cantautora chilena Violeta Parra.

Simpatizante de Perón en su juventud, apoyó las causas de izquierda a lo largo de su vida. Tras el golpe de estado del 24 de marzo de 1976, permaneció en el país a pesar de la represión y del hecho de que sus discos fueran prohibidos, hasta que en 1979, en un concierto en La Plata, fue detenida en el propio escenario y el público asistente arrestado. Se exilió entonces en París y después en Madrid. Poco antes había muerto su segundo marido.

Volvió a Argentina en 1982, poco después de que el régimen militar de Jorge Rafael Videla se viera obligado a iniciar el traspaso del poder a un gobierno civil, tras la Guerra de Malvinas. En esa ocasión realizó una serie de conciertos históricos a sala repleta en el Teatro Ópera de Buenos Aires, que se convirtieron en un acto cultural contra la dictadura, a la vez que un hecho renovador de la música popular argentina al incluir temas y músicos provenientes de diferentes corrientes musicales, como el folklore, el tango y el rock nacional. La actuación fue registrada en un doble álbum que constituyó un éxito de ventas y uno de los discos destacados de la historia musical de su país.

Como productora, organizó uno de los espectáculos más importantes presentados en la Argentina: Sin Fronteras, que reunió en el estadio Luna Park de Buenos Aires a las argentinas Teresa Parodi y Silvina Garré, la colombiana Leonor González Mina, la venezolana Lilia Vera, la brasileña Beth Carvalho y la mexicana Amparo Ochoa, además de la propia Mercedes.

Durante los años siguientes continuó dando recitales exitosos dentro y fuera de Argentina, actuando en estadios y en los escenarios más grandes y prestigiosos como el Lincoln Center, el Carnegie Hall —donde recibió una ovación de 15 minutos—, el Mogador de París y el Concertegebouw de Ámsterdam, el Teatro Colón de Buenos Aires, el Coliseo de Roma y otros.

En 1992 cantó en la Quinta Vergara (en Viña del Mar) y en el Estadio Chile (en Santiago). En 1993 volvió a Chile para participar en el Festival Internacional de Viña del Mar. Representó a las voces de América en el Segundo Concierto de Navidad realizado en la Sala Nervi del Vaticano. Fue la más aplaudida en ese espectáculo realizado para el Vicariato de Roma y el papa Juan Pablo II.

Siguió siempre ampliando su repertorio, y grabando en varios estilos. Fue convocada por artistas internacionales como Joan Baez, Andrea Bocelli, David Broza, Chico Buarque, Luz Casal, Gal Costa, Lucio Dalla, Nilda Fernández, Alfredo Kraus, Tania Libertad, Pablo Milanés, Nana Mouskouri, Milton Nascimento, Luciano Pavarotti, Silvio Rodríguez, Ismael Serrano, Shakira, Sting, Cecilia Todd y Caetano Veloso, entre otros.

También colaboró, en diversas oportunidades, con músicos argentinos de la talla de Pedro Aznar, Alberto Cortez, Charly García, León Gieco, Víctor Heredia, Roberto Goyeneche, David Lebón, Los Chalchaleros, Fito Páez, Teresa Parodi, Soledad Pastorutti, Piero, Ariel Ramírez, Antonio Tarragó Ros, Rodolfo Mederos, Atahualpa Yupanqui, Julia Zenko y otros.

De los reconocimientos que ha recibido sobresalen el Gran Premio Camu-Unesco 1995, otorgado por el Consejo Argentino de la Música y por la Secretaría Regional para América Latina y el Caribe; del Consejo Internacional de la Música de la Unesco; el Martín Fierro 1994 al mejor show musical en televisión; el Premio de la Unifem, organismo de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) que la distinguió por su labor en defensa de los derechos de la mujer; el Konex de Platino 1995 a la Mejor Cantante Femenina de Folklore y el Konex de Brillante a la Mejor Artista Popular de la Década, así como el del Consejo Interamericano de Música de la Organización de los Estados Americanos (OEA).

Fue condecorada con honores en el año 2005 por el Senado argentino con el premio Sarmiento en reconocimiento a su trayectoria artística, su compromiso social y su constante lucha en materia de derechos humanos. También ganó premios Grammy Latinos y Premios Gardel. En 2008, el gobernador de Mendoza, Celso Jaque, la nombró embajadora cultural de Mendoza junto al grupo Karamelo Santo. También se desempeñó como Embajadora de Buena Voluntad de la Unesco para Latinoamérica y el Caribe.

Fuentes: BBCClarínNotimexWikipedia