Un lienzo femenino
Me habría gustado conocerla, como sea;
Después, desmentirla...
Me habría iluminado el hecho de admirarla
ignorando afirmaciones
de los doctos.
Y tener revelaciones compartidas...
Siento que vivo aprehendida de su obra,
desde ella adivino su brumosa existencia,
macerada flor;
ebria de madrugadas y frustraciones.
Un lienzo le abre las puertas
hacia las profundidades;
secuencias púrpuras, de hastío,
de traiciones
No la redime el amor.
Solamente engrilla sus deseos...
Como la falaz estructura de su tiempo.
Analogía
Al errar por las lentas galerías suelo sentir
con vago horror sagrado que soy el otro...
Jorge L. Borges
Me desafía a entender los signos
y el mensaje,
exploro con el báculo indeciso en mí.
Y, como él, me aferro
a la búsqueda de lo insondable
y los misterios.
No acertamos a encontrar el modo
o el camino.
Me adentro en la noche, su noche,
para luchar en el círculo;
contra serpientes y centauros
y así domeñar la soledad que nos iguala.
Poder reciclar los silencios,
no temer a los espejos,
buscar y encontrar la otra clave...
Equipaje
Sigo abrazada
a su camino.
Con el alma en bandolera
de equipaje.
Por momentos no hay voces
que me guíen hacia el próximo destino.
Pero llega su acento
que se entrama en mis letras
Las tijeras del tiempo no acortan
la espera...
Siento que sus decires me aferran todavía
y me llevan por el andén
de sus palabras
dulces
adormideras.
Y así navego por un cosmos
que nos une
en una suerte
de creación sentida.