Letras
Apuntes sublunares

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Trenes

Subo al tren y siempre oigo un llanto.
¿Serán palomas?
Luego me distraigo en la tristeza de un patio soleado, o algo así,1
y cuando quiero darme cuenta
ya estoy viajando.
Alzo la vista
y todos callan con todos.
Y yo no sueño.
Me estoy yendo.
Triste.
Adiós.

  1. Nótese la habitual imposibilidad existencial del bordó en las figuras que suelen dibujar las baldosas de los patios y sobre todo cierta detención del tiempo infantil en tales episodios soleados.

 

Muerte

La muerte está en todos lados
menos en ella misma.
En ella no hay oscuridad,
ni soledad.
Tampoco allí descansa nadie.
No existen días grises
ni caracoles
lentos.
Ni hablar de la desgracia
que es la ausencia de gracia.
En la muerte nunca llueve
ni deja de llover.
No está Hugo.
Etcétera.
No, la muerte no es la morada final
de todas esas vidas
y nada nos aleja más
de ella
que su propio
nombre.

 

Instalaciones

Yo soy un ser
—básicamente—
sobredeterminado.
Por suerte vivo en una ciudad
considerada
que en cada sitio dispone de múltiples accesos
especialmente diseñados
para tal
condición.

 

El árbol de Porfirio

Debería categorizarse el mundo nuevamente...
las cebras,
por ejemplo,
tienen mucho
de luna.
Ni que hablar del pasado
paquidermo
de la sandía.
Y acaso,
¿no es azul casi todo lo que existe?

 

Ortodoxia

Dos calandrias merodeaban
desde hacía algún tiempo
en mi cabeza.
Una tarde más silvestre que común
decidí hacer algo con ellas
y las imaginé posadas
sobre una parra repleta de uvas
y de sol.
Luego,
por fin,
las dejé volar
y entonces apenas
si lograron estas aves
en mi vuelo
desenvolver algo del orden
de su concepto.

 

Confites

Me pregunto por qué nunca di
con su tan particular versión
de la felicidad.

 

Expectativa de vida

No cesa de aumentar;
¡Enhorabuena!
De hecho a mi edad
ya hubiese muerto
y la verdad debo decir
que tal cosa casi no me ocurre
de no ser,
claro,
por esas tardes
que en su afán de sombras
se dejan caer hasta el asombro
y entonces allí mis ojos,
además de oscuros,
son también sombra
aunque de otra noche
que los excede
y cierra.

 

Matemáticas

Si tres por tres es nueve
y nadie a estas alturas dice nada
es sólo porque nos sigue
proporcionando un gran placer
poder controlar
cierto futuro del tres
aunque sea en esta escala
tan modesta.

 

Terciopelo

No existen otras mitades
tan exactas.
Ven de este lado del mundo por favor,
toma una decisión
y hazte bueno del todo
de una vez.
¿Acaso no te das cuenta de que así no puedo usarte?
Déjale a los duraznos
la incomodidad de tu apariencia...
si de verdad eres otro,
ya toca.

 

Comodines

Cierta historia, también sublunar, deja constancia de que tiempo atrás supo existir un peculiar juego compuesto sólo por comodines. Al parecer, el júbilo inicial dejó paso a la decepción rápidamente pues como era de prever todos los jugadores —sin excepción— resultaban ser los ganadores al finalizar la partida. Aun así hay quien asegura la existencia de desafíos memorables, muchos de los cuales llegaron a durar semanas enteras, incluso, años solares.

Por cierto, no deja de resultar inquietante la insistencia actual de algunos nuevos jugadores dispuestos a permanecer toda una vida si es necesario en medio de tales partidas.

 

Estribillo

El olmo renuncia a las peras
con botánica naturalidad
y yo me planto esta tarde sol
frente a esa verde verdad.
No es exterior el poder a la verdad
No es exterior el poder a la verdad
            (se repite históricamente)

 

Arrendatario

(Barcelona, junio de 2002)

Tengo ahora
dónde caerme
muerto.
El contrato no lo dice
pero he podido con su firma
dotar a la muerte de cierta
seguridad proxémica.
Lo del tiempo,
—en cambio—
es algo que aún resta discutir
y hasta donde sé
los propietarios
suelen tener
sobre el asunto,
criterios más bien
dispares.

 

Confesión

Yo he multiplicado entes
inútilmente.